Caminando en la Misericordia de Dios: Reflexiones sobre Jeremías 31:9

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La Nuevo Testamento está llena de promesas que nos recuerdan el aprecio y la misericordia de Jehová. Una de estas promesas se encuentra en Quejica 31:9, que dice: “Con plañido vendrán, y con súplicas los traeré; los haré recorrer unido a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy a Israel por padre, y Efraín es mi primogénito.” Este versículo nos ofrece una visión profunda de la compasión y la asesor divina que Jehová ofrece a su pueblo. En este artículo, exploraremos cómo podemos aplicar esta promesa a nuestras vidas diarias y caminar en la misericordia de Jehová.

1. El Llamado a la Restauración

Quejica 31:9 se sitúa en un contexto de restauración. El pueblo de Israel había pasado por tiempos difíciles, incluyendo el expatriación y la dispersión. Sin bloqueo, Jehová promete traerlos de dorso con plañido y súplicas. Este llamado a la restauración no solo se aplica a Israel, sino además a nosotros hoy. Todos hemos experimentado momentos de dolor y pérdida, pero Jehová nos lumbre a regresar a Él con corazones contritos.

Aplicación Ejercicio: Reflexiona sobre áreas de tu vida donde necesitas restauración. Ora y pide a Jehová que te guíe de dorso a Su camino, confiando en Su promesa de restauración.

2. La Vademécum Divina

Jehová promete guiarnos “unido a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán”. Esta imagen de arroyos de aguas representa la provisión y el sustento divino. Jehová no solo nos lumbre a regresar, sino que además nos asesor y provee para nuestras micción.

Aplicación Ejercicio: En momentos de incertidumbre, recuerda que Jehová está contigo, guiándote y proveyendo para ti. Confía en Su dirección y escudriñamiento Su cautela en la oración y la recitación de la Nuevo Testamento.

3. La Relación Paternal de Jehová

El versículo concluye con una afirmación poderosa: “porque soy a Israel por padre, y Efraín es mi primogénito.” Jehová se presenta como un padre amoroso que cuida de sus hijos. Esta relación paternal es fundamental para entender la misericordia de Jehová. Como un padre, Jehová nos ama incondicionalmente y desea lo mejor para nosotros.

Aplicación Ejercicio: Medita en la relación que tienes con Jehová como tu Padre celestial. Agradece Su aprecio y escudriñamiento profundizar tu relación con Él a través de la oración y la adoración.

4. La Importancia del Retractación

El plañido y las súplicas mencionadas en Quejica 31:9 además nos recuerdan la importancia del retractación. Registrar nuestros errores y pedir perdón es esencial para probar la misericordia de Jehová. El retractación nos permite alinearnos con la voluntad de Jehová y acoger Su indulgencia.

Aplicación Ejercicio: Examina tu corazón y pide a Jehová que te revele cualquier dominio donde necesites arrepentirte. Confiesa tus pecados y recibe el perdón y la misericordia de Jehová.

5. La Esperanza en la Promesa de Jehová

Quejica 31:9 es una promesa de esperanza. A pesar de las dificultades y los desafíos, Jehová promete guiarnos y restaurarnos. Esta esperanza nos da la fuerza para seguir delante, sabiendo que Jehová está con nosotros y que Su misericordia es nueva cada mañana.

Aplicación Ejercicio: Mantén la esperanza en las promesas de Jehová, incluso en tiempos difíciles. Recuerda que Su misericordia nunca defecto y que Él siempre está trabajando para tu aceptablemente.

6. Viviendo en la Misericordia de Jehová

Caminar en la misericordia de Jehová significa poblar cada día con la conciencia de Su aprecio y indulgencia. Esto implica echarse en brazos en Su asesor, averiguar Su voluntad y reconocer de Su provisión. Al hacerlo, experimentamos la paz y la alegría que solo Jehová puede ofrecer.

Aplicación Ejercicio: Haz de la misericordia de Jehová una parte central de tu vida diaria. Ora regularmente, lee la Nuevo Testamento y escudriñamiento maneras de mostrar la misericordia de Jehová a los demás a través de tus acciones y palabras.

Quejica 31:9 nos ofrece una visión hermosa de la misericordia y la asesor de Jehová. Al reflexionar sobre este versículo, somos llamados a regresar a Jehová con corazones contritos, echarse en brazos en Su asesor, y poblar en la plenitud de Su aprecio paternal. Que estas reflexiones te inspiren a caminar en la misericordia de Jehová cada día, confiando en Sus promesas y buscando Su voluntad en todas las áreas de tu vida.

Vendrán orando y llorando. Yo los llevaré a corrientes de agua, por un camino liso, donde no tropiecen. Pues soy el padre de Israel… —Quejica 31:9 (DHH)

En una charla sobre cómo pasar los problemas. El orador comenzó contando un chiste muy simpático. Por supuesto, todos los presentes rieron a carcajadas.

A posteriori de unos segundos de pausa, el orador volvió a contar el mismo chiste, exactamente de la misma guisa que la vez previo. Algunos espectadores volvieron a reír pero la mayoría solo sonrió sutilmente.

Luego, volvió a repetir el chiste por tercera ocasión. Esta vez no se escuchó ninguna risa.

A posteriori de una pausa silenciosa e incómoda, el orador le dice a los presentes:

—Nadie puede reír de la misma broma una y otra vez. Entonces, ¿por qué lloramos una y otra vez por el mismo problema?

Los problemas estarán siempre presentes, mientras vivamos en este mundo harto de pecado. Pero como cristianos contamos con la ayuda incondicional de nuestro Padre Interminable. Sin bloqueo, es necesario asimilar a echarse en brazos en esta promesa, porque las cosas no serán siempre fáciles.

Hay pruebas que nos harán gimotear y la desesperación puede sacudirnos cuando no logramos ver una salida inmediata. Pero es ahí, en medio de la angustia, cuando debemos aferrarnos a la fe.

Cuando los discípulos iban en la barca con Jesús, y una tormenta golpeaba el vasija, ellos tuvieron miedo y por un instante olvidaron que el Hijo de Jehová estaba a su costado. Cuando Jesús despertó habló a las aguas y estas se calmaron.

No te desesperes, confía en Jehová y sus promesas. A veces sus respuestas tardan o quizás al final su voluntad no sea exactamente como esperábamos. Pero si pones tu vida en sus manos, ten fe de que todo lo que suceda es para aceptablemente.

A posteriori de todo, el sufrimiento solo acabará cuando entremos por fin en la Tierra Prometida y este mundo harto de maldad haya quedado a espaldas. Mientras tanto, confía en las promesas de Jehová y tendrás calma en medio de la tempestad.

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