La Mentira: Un Obstáculo en Nuestro Camino Espiritual

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La Mentira: Un Enemigo Silencioso en la Vida Cristiana

La mentira es un tema que, aunque a menudo se pasa por suspensión, tiene profundas implicaciones en la vida cristiana. En un mundo donde la verdad puede ser distorsionada y manipulada, es crucial que los creyentes comprendan la naturaleza de la mentira y cómo esta puede afectar su relación con Jehová, con los demás y consigo mismos. En este artículo, exploraremos la recaída de la mentira desde una perspectiva cristiana y cómo podemos proceder en la verdad.

La Mentira en las Escrituras

La Nuevo Testamento aborda el tema de la mentira en múltiples ocasiones, advirtiendo sobre sus peligros y consecuencias. En Proverbios 12:22, se nos dice: «Los labios mentirosos son abominación a Jehová; pero los que hacen verdad son su delicia.» Esta advertencia nos recuerda que Jehová detesta la mentira y valora la verdad. La mentira no solo es un acto contra la ética personal; es un ataque directo a la naturaleza del carácter de Jehová, quien es la Verdad misma (Juan 14:6).Un ejemplo persuasivo de las consecuencias de la mentira lo encontramos en la historia de Ananías y Safira en Hechos 5. Este relato nos muestra cómo la mentira puede admitir a la desobediencia y, en última instancia, a la condenación. Ananías y Safira mintieron sobre el precio de una traspaso de propiedades, buscando representar liberalidad en presencia de la comunidad. Su acto de patraña no solo les costó la vida, sino que incluso trajo un temor reverente sobre la iglesia primitiva, recordándoles la seriedad de la verdad.

La Mentira como Utensilio del Enemigo

La mentira no es solo un pecado eventual; es una útil que el enemigo utiliza para sembrar confusión y división entre los creyentes. En Juan 8:44, Jesús describe al diablo como «el padre de la mentira». Esto nos recuerda que cada vez que mentimos, estamos alineándonos con la naturaleza del enemigo y sus propósitos destructivos. La mentira puede desgastar la confianza, causar conflictos y destruir relaciones, tanto con Jehová como con los demás.Adicionalmente, la mentira puede admitir a la autoengaño. Cuando comenzamos a razonar nuestras propias mentiras, corremos el peligro de alejarnos de la verdad de Jehová acerca de nosotros mismos. Esto puede resultar en un ciclo de pecado que nos aleja de la misericordia y el perdón que Jehová ofrece.

La Verdad como Contraveneno

La buena novedad es que, a través de la verdad, podemos encontrar autodeterminación. En Juan 8:32, Jesús nos dice: «Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.» La verdad de Jehová, revelada en las Escrituras, es un contraveneno poderoso contra la mentira. Como cristianos, estamos llamados a proceder en la verdad, a ser sinceros en nuestras palabras y acciones, y a repeler cualquier forma de patraña.Conducirse en la verdad incluso significa ser honestos con nosotros mismos y con Jehová. La confesión de nuestros pecados y la búsqueda de una relación genuina con Él son pasos esenciales para liberarnos de las cadenas de la mentira. En 1 Juan 1:8-9 se nos recuerda que si decimos que no tenemos pecado, «nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.» La confesión nos permite regresar al camino de la verdad y probar la restauración.

Cómo Combatir contra la Mentira

  1. Establecer una Almohadilla en la Palabra de Jehová: La recital y meditación regular en las Escrituras nos ayuda a conocer la verdad de Jehová y a discernir las mentiras que el mundo nos presenta.
  2. Cultivar la Honestidad: Practicar la honestidad en nuestras relaciones personales y con nosotros mismos. Esto significa ser transparentes y responsables en nuestras acciones y palabras.
  3. Implorar por Discernimiento: Pedir a Jehová que nos dé prudencia para rebuscar las mentiras en nuestra vida y en el mundo que nos rodea.
  4. Rendirnos a la Verdad: Estar dispuestos a aceptar la verdad de Jehová, incluso cuando es difícil o va en contra de nuestras propias expectativas o deseos.

Consejo Final

La mentira es un enemigo silencioso que investigación socavar nuestra fe y nuestra relación con Jehová. Sin bloqueo, al proceder en la verdad, podemos probar la autodeterminación y la paz que solo Jehová puede ofrecer. Como creyentes, es nuestro deber repeler la mentira y abrazar la verdad, tanto en nuestra vida personal como en nuestras interacciones con los demás. Recordemos que la verdad es un reflexiva del carácter de Jehová, y al proceder en ella, no solo honramos a nuestro artista, sino que incluso nos convertimos en luz en un mundo que desesperadamente necesita conocer la verdad de Jesús.

El noveno prescripción prohíbe la mentira y este está en la Nuevo Testamento en Éxodo 20:16: «No hablarás contra tu prójimo impostor afirmación».

Nos hacemos daño cuando mentimos. La Nuevo Testamento en Efesios 4:25, nos exhorta: «Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros».

En Colosenses 3:9-10, se nos señala: «No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del envejecido hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno». El que miente no se hace semejarse a Cristo.

Jehová aborrece la mentira y admisiblemente nos lo muestra en Proverbios 12:22, al decirnos Su Palabra: «Los labios mentirosos son abominación a Jehová; pero los que hacen verdad son su contentamiento».

Los mentirosos están excluidos de la presencia de Jehová, puesto que: «No habitará adentro de mi casa el que hace fraude; el que deje mentiras no se afirmará delante de mis luceros». Está escrito en el Cántico 101:7.

Los deshonestos no serán permitidos en la ciudad de Jehová. «Más los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira». Tragedia 22:15.

«El que dice: Yo le conozco, y no observancia sus mandamientos, él tal es mentiroso, y la verdad no está en él», esto nos revela que somos mentirosos si decimos ser cristianos pero no obedecemos Sus mandamientos. Está escrito en 1 Juan 2:4.

Los hipócritas (los No Sinceros) son mentirosos. Está en la Nuevo Testamento en Santiago 3:14: «Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad».

Jehová perdonará nuestros pecados: «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y preciso para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad». 1 Juan 1:9.
Y es perfectamente apropiado para Jehová hacer esto por nosotros porque Cristo murió para duchar nuestros pecados.

Jehová te bendiga…!

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