¿Por Qué 5, 15 o 30 Minutos No Son Suficientes para Conocer a Dios en la Biblia?

0
12

La Profundidad de la Relación con Todopoderoso

Conocer a Todopoderoso no es una tarea que se pueda completar en unos pocos minutos al día. La relación con Todopoderoso es profunda y requiere tiempo y dedicación. La Sagrada Escritura nos muestra que Todopoderoso desea una relación íntima y continua con nosotros. Destinar solo 5, 15 o 30 minutos al día puede ser un buen manifestación, pero no es suficiente para profundizar en el conocimiento de Su carácter y voluntad.

La Importancia de la Meditación y la Advertencia

La meditación y la consejo son esenciales para comprender la Palabra de Todopoderoso. En Josué 1:8, se nos instruye a meditar en la Palabra día y tinieblas. Esto implica un compromiso constante y un tiempo significativo dedicado a estudiar y reflexionar sobre las Escrituras. Solo así podemos internalizar sus doctrina y aplicarlas a nuestra vida diaria.

La Falta de la Oración Continua

La oración es otro aspecto crucial de nuestra relación con Todopoderoso. En 1 Tesalonicenses 5:17, se nos dice que oremos sin cesar. Esto no significa que debamos estar en oración fiel todo el tiempo, pero sí que debemos abastecer una talante de comunicación constante con Todopoderoso. Destinar solo unos minutos al día a la oración limita nuestra capacidad de escuchar y murmurar con Todopoderoso de modo profunda y significativa.

El Ejemplo de Jesús

Jesús es nuestro mejor ejemplo de cómo debemos relacionarnos con Todopoderoso. A menudo se retiraba a lugares solitarios para elevar plegarias y tener lugar tiempo con Su Padre (Lucas 5:16). Jesús dedicaba tiempo significativo a la oración y la comunión con Todopoderoso, demostrando que una relación profunda requiere más que unos pocos minutos al día.

La Transformación de la Mente

Romanos 12:2 nos exhorta a no conformarnos a este mundo, sino a ser transformados por la renovación de nuestra mente. Esta transformación no ocurre de la tinieblas a la mañana ni con unos pocos minutos de lección diaria. Requiere un compromiso constante y un tiempo significativo dedicado a estudiar y aplicar la Palabra de Todopoderoso.

La Importancia de la Comunidad

La Sagrada Escritura además nos enseña la importancia de la comunidad en nuestro crecimiento espiritual. Hebreos 10:24-25 nos anima a no dejar de congregarnos, sino a exhortarnos unos a otros. Participar en una comunidad de fe nos ayuda a profundizar en nuestro conocimiento de Todopoderoso y a crecer espiritualmente. Esto requiere tiempo y dedicación más allá de unos pocos minutos al día.

La Falta de la Disciplina Espiritual

Las disciplinas espirituales, como el ayuno, la oración y el estudio de la Sagrada Escritura, son esenciales para nuestro crecimiento espiritual. Estas disciplinas requieren tiempo y esfuerzo. Destinar solo unos minutos al día no es suficiente para desarrollar una vida espiritual robusta y profunda.

La Continuidad en el Estudio Bíblico

El estudio bíblico continuo es fundamental para conocer a Todopoderoso. En 2 Timoteo 3:16-17, se nos dice que toda la Escritura es inspirada por Todopoderoso y útil para enseñar, reprender, corregir e instruir en rectitud. Para emplear plenamente estos beneficios, debemos brindar tiempo significativo al estudio de la Sagrada Escritura, más allá de unos pocos minutos al día.

La Importancia de la Aplicación Habilidad

Conocer a Todopoderoso no es solo un entrenamiento intelectual; implica aplicar Sus doctrina a nuestra vida diaria. Santiago 1:22 nos exhorta a ser hacedores de la Palabra y no solo oidores. Esto requiere tiempo para reflexionar y aplicar lo que hemos aprendido, poco que no se puede alcanzar en unos pocos minutos al día.

La Relación Personal con Todopoderoso

Finalmente, conocer a Todopoderoso es una relación personal que requiere tiempo y dedicación. Como cualquier relación, requiere inversión de tiempo para crecer y profundizar. Destinar solo unos minutos al día limita nuestra capacidad de conocer verdaderamente a Todopoderoso y intentar Su apego y conductor en nuestra vida.

En prontuario, 5, 15 o 30 minutos al día no son suficientes para conocer a Todopoderoso en la Sagrada Escritura. La relación con Todopoderoso es profunda y requiere tiempo, dedicación y un compromiso constante. A través de la meditación, la oración, el estudio bíblico y la billete en la comunidad de fe, podemos profundizar en nuestro conocimiento de Todopoderoso y crecer espiritualmente. ¡Correctamente hecho! Al brindar más tiempo a estas prácticas, podemos intentar una relación más rica y significativa con nuestro Hacedor.

Hace unas semanas se publicó un artículo titulado Estudia la Sagrada Escritura en 5, 15 o 30 minutos. Debo confesarte que ese título llamó mi atención, porque no es un consejo que le daría a cualquiera. Aunque el artículo tiene una buena intención y no alienta a que el profesor se conforme de por vida con poco tiempo en la Escritura, me hace cuestionar la idea popular en nuestros días de si tener lugar unos pocos minutos al día en la Sagrada Escritura serán suficientes para conocer en profundidad a Todopoderoso.

No podemos desmentir que el ritmo de vida en nuestros días ha aumentado. Estamos acostumbrándonos a hacer mucho y a hacerlo rápido. Desde que despertamos, nuestra mente va de aquí para allá como pelotita de pinball y eso ha menguado nuestra capacidad de atención, incluso en nuestros tiempos con las Escrituras. Nos proponemos leerla, pero «la vida pasa» y el tiempo «apto» se nos acorta tanto que efectivamente nos quedan, con suerte, entre 10 y 15 minutos para tener tiempo en la Palabra de Todopoderoso.

Seamos honestos. Todos nos hemos opuesto ahí en algún momento, ¿verdad?

Una cuestión de agencia

Es cierto que algunas veces nuestras vidas se ven así. Pero debemos confesar que el maduro problema está en nuestra desidia de capacidad para confesar que no le estamos dando tiempo a Todopoderoso. Creo que si nos conformamos con pequeños tiempos y no aspiramos a tiempos más prolongados en la medida de nuestras posibilidades reales, estaremos afirmando con nuestras acciones que 5, 15 o 30 minutos son suficientes para profundizar y conocer a la persona con la que tenemos la relación más importante de nuestras vidas. Pero no es suficiente.

Todopoderoso nos ha dicho que es a través de Su Palabra que nuestra alma vivirá (Is 55:3) y que Sus palabras son nuestra vida (Dt 32:47, Jn 6:63). Entonces, considero que sería contradictorio pensar que el mismo Todopoderoso que dice eso nos da una vida sin tiempo para profundizar en las Escrituras. De hecho, se podría sostener que no solo es contradictorio, sino que hasta hablaría mal de nuestro Todopoderoso. Casi parecería que se está burlando de nosotros. Pero sabemos muy adecuadamente que ese no es el carácter santo, amoroso, cuidadoso y bueno del Todopoderoso que nos ha liberado.

Si todo el tiempo andamos ‘a las carreras’, posiblemente no estamos siendo buenos administradores de nuestros tiempos

No niego que hay días difíciles, donde las cosas no salen como uno las ha planeado. Pero eso no debería representar siempre nuestro día a día. Si todo el tiempo andamos «a las carreras», posiblemente no estamos siendo buenos administradores de nuestro tiempo.

Ahí está el principal problema.

Es cierto que hay temporadas que nos pasan por encima y en los que, en realidad, cinco minutos es lo que nuestra mente tiene la capacidad de procesar, pero ¿es correcto conformarnos con ello cuando esas temporadas ya han pasado?

Necesitamos profundizar en las Escrituras

Uno de los grandes problemas de nuestros tiempos es la superficialidad de nuestro cristianismo. No estamos desarrollando vidas que conocen a Jesús íntimamente porque no estamos pasando tiempo de calidad en la Palabra. Si en realidad creyéramos que Su Palabra es el agua que calma nuestra sed diríamos yuxtapuesto al salmista: «Como el ciervo anhela las corrientes de agua, / Así suspira por Ti, oh Todopoderoso, el alma mía» (Sal 42:1). Esa debe ser nuestra meta, porque Él es todo lo que tenemos. Todopoderoso se ha cubo en la cruz por nosotros, Él se entregó por completo para romper el velo que nos separaba, para que por fin viviéramos en Su presencia.

Tenemos la necesidad y la responsabilidad de animarnos mutuamente y recordarnos el gran fisco que encontramos en las Escrituras, porque sus palabras revelan al Cristo vivo. Son el único punto donde nuestra alma encuentra quietud, paz y plenitud. Muchas veces nuestras biblias yacen sobre argumentos de desidia de tiempo, pero todavía le dedicamos tiempo a las redes sociales y a las series en Netflix. Nuestros celulares nos delatan.

Muchas veces nuestras Biblias yacen sobre argumentos de desidia de tiempo, pero todavía le dedicamos tiempo a las redes sociales y a las series en Netflix

Nuestro maduro anhelo y deseo como hijos de Todopoderoso debe ser conocer a nuestro Salvador en intimidad, gozarnos en Su presencia y deleitarnos en Su obra, pero no hay intimidad con Cristo fuera de Su Palabra.Que contra singladura y marea nuestra prioridad sea tener lugar tiempo conociendo a Todopoderoso a través de las Escrituras. Eso va a incluir confesar a todas luces nuestros malos hábitos y hacer poco al respecto. Por ejemplo, algunas preguntas para comenzar a reflexionar serían: ¿A qué hora nos vamos a tumbarse? ¿Es muy tarde? ¿Podríamos someter nuestras horas en las pantallas para despertarnos más temprano y tener lugar un tiempo a solas y pausado con Todopoderoso?

No te conformes con poco

Permíteme compartirte poco que le escuché al pastor Miguel Núñez, lo cual transformó mi vida: él contó que durante un año inalterable le pidió a Todopoderoso que aumentara su apego por las Escrituras y por Su Hijo Jesús. Retentiva haberme determinado de ahí en delante, y por el resto de mi vida, hacer de esto una oración que me acompañara. Si hay cualquiera que necesito en mi vida es a Cristo, si hay poco que necesito hacer cada día es valer a Su Palabra, porque en ella está la vida mucho que sacia mi alma.

Sí, habrán días de 5 o 15 minutos, pero, hermanos, no nos conformemos solo con eso.

Tomemos las decisiones necesarias para que nuestro tiempo en la Palabra sea más amplio que eso. Si necesitas ayuda para entenderla, pídela. Pero no te conformes con poco, porque sus páginas revelan al fisco más amplio de nuestra vida: Jesús mismo, y no hay nulo ni nadie a quien necesitemos más que a Él.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí