10 Verdades Esenciales que Debes Conocer sobre la Resurrección

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1. La resurrección es el núcleo del mensaje cristiano y nunca debe descuidarse ni darse por sentado.

En la hogaño, cuando escuchamos predicar el evangelio, a veces se hace hincapié en la cruz. La resurrección a menudo se ignora, se da por sentada o se menciona solo de paso. En cambio, la predicación registrada en el obra de los Hechos enfatiza la resurrección de Jesús y al punto que menciona Su homicidio. Los apóstoles estaban enfocados en la resurrección y la enfatizaban mucho más que la cruz.

Lamentablemente, la iglesia solo parece entusiasmarse con la resurrección una vez al año, en la época de Pascua. En efectividad, todos los domingos deberían ser Domingo de Resurrección. La razón por la que la iglesia primitiva comenzó a reunirse el primer día de la semana fue para celebrar la vencimiento de Jesús sobre la homicidio. ¿Imaginas cómo sería la iglesia si nos reuniéramos conscientemente todas las semanas para celebrar la resurrección?

La resurrección de Salvador es, sin oportunidad a dudas, el corazón del mensaje cristiano. Es el evento que no solo valida la fe cristiana, sino que todavía ofrece esperanza y transformación a millones de creyentes en todo el mundo. En un entorno donde muchas veces se minimiza la importancia de esta verdad fundamental, es esencial memorar que la resurrección no es solo una creencia doctrinal; es la saco de nuestra relación con Todopoderoso y el fundamento de nuestra esperanza eterna.

La Resurrección: Una Existencia Histórica

La resurrección no es simplemente una metáfora o un símbolo; es un hecho histórico. Los evangelios nos relatan cómo, a posteriori de acaecer sido crucificado y enterrado, Jesús resucitó al tercer día, apareciendo frente a sus discípulos y otras personas durante 40 días. Este evento fue documentado por múltiples testigos, y sus relatos han sido preservados a lo desprendido de los siglos. La historiografía cristiana considera la resurrección como una de las verdades más verificables de la fe cristiana. Desmentir este acontecimiento es desmentir la esencia misma de lo que significa ser cristiano.

La Resurrección y la Promesa de Vida Eterna

Uno de los aspectos más impactantes de la resurrección es la promesa de vida eterna que ofrece a todos los que creen en Salvador. En Juan 11:25-26, Jesús declara: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá nones.» Esta promesa no solo nos ofrece consuelo en momentos de duelo, sino que todavía transforma nuestra perspectiva sobre la vida y la homicidio. La resurrección nos asegura que la homicidio no tiene la última palabra, y que aquellos que han puesto su fe en Cristo tienen la esperanza de una vida eterna con Él.

La Resurrección como Fuente de Poder

La resurrección no solo es un evento que celebramos, sino que todavía es una fuente de poder en nuestras vidas diarias. En Romanos 8:11, se nos recuerda que «si el Espíritu de Aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en ustedes, el que levantó a Cristo Jesús de los muertos todavía dará vida a sus cuerpos mortales por su Espíritu que mora en ustedes.» Esto significa que el mismo poder que resucitó a Jesús está apto para nosotros hoy. Nos da la fuerza para enredar las dificultades, la capacidad para exceder el pecado y la valentía para conducirse con propósito y significado.

La Resurrección y la Cometido de la Iglesia

La resurrección todavía está en el centro de la ocupación de la Iglesia. En Mateo 28:19-20, Jesús comisiona a sus discípulos a ir y hacer discípulos de todas las naciones, baptizándolos y enseñándoles a asegurar todo lo que Él ha mandado. La saco de esta gran comisión es la resurrección. La Iglesia existe para proclamar el evangelio de la resurrección, compartiendo la buena comunicación de que Salvador vive y que ofrece esperanza y redención a todos. Ignorar la resurrección es ignorar el llamado de Cristo a ser testigos de su poder transformador.

La Resurrección y Nuestra Identidad en Cristo

Cuando aceptamos a Cristo y creemos en su resurrección, nuestra identidad todavía cambia. En 2 Corintios 5:17, se nos dice que «si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.» La resurrección nos da una nueva vida, una nueva perspectiva y un nuevo propósito. Ya no somos esclavos del pecado; hemos sido resucitados a una nueva vida en Cristo. Esta verdad debe ser recordada y celebrada en nuestra vida diaria, ya que nos áncora en la verdad de quiénes somos en Él.

La Resurrección: Un Recordatorio de Esperanza

En un mundo atiborrado de incertidumbres y desafíos, la resurrección de Cristo nos recuerda que siempre hay esperanza. No importa cuán oscura sea la situación que enfrentemos, la luz de la resurrección brilla más intensamente. Nos asegura que Todopoderoso tiene el control y que, al igual que Jesús resucitó de entre los muertos, todavía nosotros podemos levantarnos de nuestras propias pruebas y tribulaciones. La esperanza de la resurrección nos impulsa a seguir delante, a creer en Todopoderoso y a esperar en sus promesas.

Consejo Final

La resurrección es el núcleo del mensaje cristiano y nunca debe descuidarse ni darse por sentado. Es el fundamento de nuestra fe, la fuente de nuestra esperanza y la razón de nuestra ocupación. A medida que reflexionamos sobre este evento transformador, recordemos la importancia de compartir esta verdad con otros, de conducirse con la certeza de que Cristo vive en nosotros y de abrazar el poder de la resurrección en nuestras vidas diarias. Que la resurrección de nuestro Señor Salvador siga siendo el centro de nuestra adoración, nuestra vida y nuestro prueba.

2. La creencia en la resurrección física de Jesús es la doctrina que define al cristianismo.

Es en realidad trascendente que todas las denominaciones cristianas, desde la ortodoxa hasta la católica, desde la pentecostal hasta la bautista reformada, crean en una verdad sencilla: la tumba está vacía. ¡Hay muy pocas cosas más en las que estemos todos de acuerdo! Solo algunos liberales niegan la resurrección física de Jesús. Sin duda, con ello pierden el derecho a llamarse cristianos.

Un cristiano es cualquiera que cree en la resurrección física de Salvador y vive a la luz de las implicaciones de ese acontecimiento

En mi obra, Raised With Christ [Resucitados con Cristo], ofrecí la subsiguiente definición de cristiano: Un cristiano es cualquiera que cree en la resurrección física de Salvador y vive a la luz de las implicaciones de ese acontecimiento. Esto se plinto en la clara promesa de Pablo: «que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Todopoderoso lo resucitó de entre los muertos, serás indemne» (Ro 10:9, intensidad añadido).

La creencia en la resurrección física de Jesús es, sin duda, una de las doctrinas más fundamentales que definen al cristianismo. Este evento, que se celebra especialmente en la Pascua, no solo es un pilar de la fe cristiana, sino que todavía es el eje más o menos del cual expedición toda la enseñanza de Salvador y la esperanza que los creyentes tienen en su relación con Todopoderoso. En este artículo, exploraremos por qué la resurrección física es crucial para la fe cristiana y cómo impacta nuestras vidas diarias.

La Resurrección: Un Hecho Histórico

La resurrección de Jesús no es simplemente un relato ascético o figurado; es un hecho histórico que fue atestiguado por cientos de personas. Los evangelios relatan cómo, a posteriori de ser crucificado y enterrado, Jesús resucitó al tercer día, apareciendo a sus discípulos y a otros seguidores. En 1 Corintios 15:6, Pablo afirma que Jesús se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, lo que añade un nivel de credibilidad histórica a este evento. Esta evidencia es fundamental, ya que la resurrección no se plinto solo en la fe, sino todavía en el prueba de aquellos que presenciaron el asombro.

La Resurrección y la Redención

La resurrección de Cristo es esencial para nuestra redención. En Romanos 4:25, se nos dice que «Cristo fue entregado por nuestras transgresiones y resucitado para nuestra descargo.» Esto significa que, a través de su homicidio y resurrección, Jesús pagó el precio por nuestros pecados y nos brindó la oportunidad de ser reconciliados con Todopoderoso. La resurrección es, por lo tanto, el culminación de la obra redentora de Cristo, asegurando que la homicidio fue derrotada y que tenemos camino a la vida eterna. Sin la resurrección, la cruz perdería su significado, y nuestra esperanza de salvación se desvanecería.

La Resurrección y la Esperanza Eterna

La creencia en la resurrección física de Jesús no solo tiene implicaciones para nuestra vida espiritual en la tierra, sino que todavía nos ofrece una esperanza eterna. En 1 Tesalonicenses 4:14, se nos recuerda que «si creemos que Jesús murió y resucitó, así todavía traerá Todopoderoso con él a los que durmieron en Jesús.» Esta promesa nos da consuelo en momentos de pérdida y dolor, asegurándonos que, al igual que Jesús resucitó, todavía aquellos que han muerto en Cristo vivirán de nuevo. La resurrección es la saco de nuestra esperanza en la vida eterna, un recordatorio de que la homicidio no tiene la última palabra.

La Resurrección y Nuestra Identidad en Cristo

La resurrección todavía redefine nuestra identidad como creyentes. En Gálatas 2:20, Pablo dice: «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí.» La resurrección nos invita a conducirse en la nueva vida que Cristo nos ofrece. Al aceptar a Jesús y su resurrección, somos transformados y hechos nuevas criaturas. Esta nueva identidad implica que, a través de la fe en la resurrección, hemos sido liberados del pecado y de la condenación, y ahora vivimos en la desenvolvimiento y el poder que provienen de Cristo.

La Resurrección y la Cometido de la Iglesia

La resurrección de Jesús todavía es el motor de la ocupación de la Iglesia. En Mateo 28:19-20, Jesús comisiona a sus discípulos a ir y hacer discípulos de todas las naciones. Esta gran comisión se plinto en el hecho de que Jesús ha resucitado y, por lo tanto, tiene autoridad sobre todo el Gloria y la tierra. La Iglesia existe para proclamar la buena comunicación de la resurrección, compartiendo el mensaje de salvación y esperanza a un mundo que desesperadamente lo necesita. Ignorar la resurrección sería ignorar el mandato que Cristo nos ha donado de sobrellevar su luz a las naciones.

Consejo Final

La creencia en la resurrección física de Jesús es la doctrina que define al cristianismo. No solo es el corazón del evangelio, sino que todavía es la fuente de nuestra esperanza, redención e identidad. Al celebrar la resurrección, recordamos el precio que se pagó por nuestra salvación y la promesa de vida eterna que tenemos en Cristo. Que nunca olvidemos la importancia de este evento histórico y poderoso, y que nos inspire a conducirse con propósito, compartiendo la esperanza que hemos enfrentado en la resurrección de nuestro Señor.

3. La resurrección demostró a todo el universo la ídolo de Jesús y el bienquerencia de Todopoderoso por Él.

Jesús «fue notorio Hijo de Todopoderoso con un acto de poder, conforme al Espíritu de virtud, por la resurrección de entre los muertos» (Ro 1:4).

La resurrección de Jesús revela Su verdadera naturaleza a todos los que lo verán: «Todopoderoso lo exaltó a Su diestra como Príncipe y Salvador, para dar retractación… y perdón de pecados» (Hch 5:30-31).

La resurrección de Jesús es uno de los eventos más significativos en la historia de la humanidad y un pilar fundamental de la fe cristiana. No solo marca la vencimiento sobre la homicidio, sino que todavía revela de modo persuasivo la ídolo de Jesús y el profundo bienquerencia de Todopoderoso por Él. En este artículo, exploraremos cómo la resurrección no solo valida la identidad divina de Cristo, sino que todavía manifiesta el bienquerencia incondicional de Todopoderoso en torno a Su Hijo y en torno a toda la humanidad.

La Héroe de Jesús Revelada

Desde el principio de su profesión, Jesús proclamó su identidad divina. Repetidamente, se refirió a sí mismo como el Hijo de Todopoderoso, y sus conocimiento y milagros respaldaron estas afirmaciones. Sin incautación, la resurrección es la culminación de esta revelación. En Romanos 1:4, se nos dice que Jesús «fue notorio Hijo de Todopoderoso con poder, según el Espíritu de virtud, por la resurrección de los muertos.» Este versículo subraya que la resurrección no solo confirma su divinidad, sino que todavía establece a Jesús como el definitivo Mesías, el Salvador prometido.La resurrección de Cristo demuestra al mundo que Él no es simplemente un profeta o un experto; es Todopoderoso encarnado. Su vencimiento sobre la homicidio es una prueba de su autoridad divina y su capacidad para cumplir las promesas de Todopoderoso. A través de su resurrección, Jesús afirma que tiene poder sobre la vida y la homicidio, lo que lo posiciona como el único mediador entre Todopoderoso y la humanidad.

El Inclinación de Todopoderoso Manifiesto

Adicionalmente de demostrar la ídolo de Jesús, la resurrección todavía revela el bienquerencia incondicional de Todopoderoso por Él y por nosotros. En Juan 3:16, encontramos la célebre afirmación: «Porque de tal modo amó Todopoderoso al mundo, que ha donado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.» El sacrificio de Jesús en la cruz y su posterior resurrección son el acto supremo de bienquerencia de Todopoderoso en torno a la humanidad.La resurrección no solo valida el sacrificio de Cristo, sino que todavía muestra que Todopoderoso está comprometido con la redención de la humanidad. Al resucitar a su Hijo, Todopoderoso no solo confirma su bienquerencia por Jesús, sino que todavía ofrece a todos nosotros la oportunidad de reconciliarnos con Él. La resurrección es, por consiguiente, un acto de bienquerencia que trasciende el tiempo y el espacio, invitando a cada persona a padecer la salvación y la vida eterna.

La Resurrección y Nuestra Esperanza

La resurrección de Jesús todavía tiene implicaciones significativas para nuestra vida diaria y nuestra esperanza futura. Al resucitar, Jesús no solo venció la homicidio, sino que todavía nos dio la certeza de que, al creer en Él, tenemos la misma promesa de resurrección. En 1 Corintios 15:20-22, se nos recuerda que «Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.» Esta promesa de vida eterna no solo nos da consuelo en momentos de pérdida, sino que todavía nos motiva a conducirse con propósito y esperanza.

Consejo Final

La resurrección de Jesús es un evento que trasciende la historia; es la demostración definitiva de su ídolo y del bienquerencia de Todopoderoso. Al celebrar este hecho fundamental de nuestra fe, recordemos que la resurrección no solo confirma quién es Jesús, sino que todavía nos invita a padecer el bienquerencia transformador de Todopoderoso en nuestras vidas. Que este mensaje de esperanza y bienquerencia nos impulse a compartir la buena comunicación de la resurrección con un mundo que necesita desesperadamente conocer a su Salvador. La resurrección es la prueba de que Todopoderoso está vivo, que Jesús es Todopoderoso y que su bienquerencia por nosotros es perenne.

4. Sin la resurrección, no habría iglesia en categórico.

Posteriormente del arresto y homicidio de Jesús, los discípulos estaban perdidos, indefensos y asustados. Pedro negó a Jesús, mientras que el resto huyó. Es difícil concebir otra cosa que no fuera la resurrección de Jesús que hubiera llevado a este colección de personas desorganizadas a compartir el mensaje de Jesús de tal modo que se convirtió en el movimiento religioso más prócer nones conocido por el hombre.

La iglesia de Salvador no creó las historias de la resurrección; en cambio, las historias bíblicas de la resurrección crearon a la iglesia

Sin su confianza inquebrantable en la resurrección de Jesús, ¿los discípulos habrían arriesgado todo y, en muchos casos, habrían sido asesinados por su fe? La clan muere todo el tiempo por falsedades que ellos mismos creen genuinamente que son ciertas. Sin incautación, es difícil creer que todos los discípulos murieran por poco que sabían que era un enredo deliberado.

La iglesia de Salvador no creó las historias de la resurrección; en cambio, las historias bíblicas de la resurrección crearon a la iglesia.

5. Nuestro descuido de la resurrección de Jesús puede ser una de las razones por las que nuestra predicación del evangelio es tan impotente.

Spurgeon examinó la predicación de su época y sintió que la razón de su yerro de poder era su yerro de intensidad en la resurrección. Spurgeon decidió destacar el mensaje de la resurrección y vio miles de conversiones como resultado. Si elegimos descuidar la predicación de la resurrección, ¿deberíamos sorprendernos si no vemos resultados similares?

Cuando Pablo habló acerca del evangelio, siempre se refería al anuncio de la gloriosa vencimiento del Rey resucitado. Es este evangelio que es «poder de Todopoderoso para la salvación de todo el que cree» (Ro 1:16).

6. La resurrección compró nuestra descargo.

Cuando se le pregunta a la mayoría de los cristianos acerca de la descargo, se dirigen directamente a la cruz de Jesús, donde pagó el precio por nuestros pecados. Pero si la descargo significa simplemente la desaparición de omisión, entonces tenemos una pizarra en blanco y tenemos que tener lugar el resto de nuestras vidas preocupándonos por si volveremos a equivocarnos. Pablo nos dice lo contrario: «[Él] fue entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado para nuestra descargo» (Ro 4:25).

Esto significa que cuando Jesús resucitó fue notorio amoldonado, no solo carente de pecado, sino que encarnaba la virtud. El mérito de la perfección de Jesús superaba la deuda de nuestros pecados. Ahora, el cristiano es considerado amoldonado. No tanto «como si nunca hubiera pecado», sino «como si ya hubiera vivido una vida santa».

Sin esta maravillosa verdad, no comprenderemos plenamente el satisfacción de la salvación. Jesús fue nuestro sustituto de obediencia durante Su vida, nuestro sustituto de castigo en Su homicidio y nuestro sustituto de renacimiento en Su resurrección.

7. La resurrección nos da la alegría de retener que ¡Cristo está con nosotros hoy!

Él ha prometido que estará con nosotros hasta el fin de los tiempos. Esto lo cambia todo. Un héroe muerto en la tumba no nos sirve de mínimo, ¡pero un Salvador resucitado en el Gloria nos da una gran confianza!

Puesto que la tumba está vacía y Jesús está en el trono, podemos retener con certeza que saldremos victoriosos independientemente de lo que esté sucediendo en el mundo de hoy. Jesús dijo: «edificaré Mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella» (Mt 16:18).

8. La resurrección nos da una esperanza que va más allá de la tumba.

Vivimos en un mundo fracturado. En algún momento de su vida, todo cristiano conocerá el dolor de la pérdida de un ser querido. Cuando Pablo nos dijo que no nos entristeciéramos «como lo hacen los demás que no tienen esperanza» (1 Ts 4:13), no quiso aseverar que no experimentaríamos tristeza.

Jesús fue nuestro sustituto de obediencia durante Su vida, nuestro sustituto de castigo en Su homicidio y nuestro sustituto de renacimiento en Su resurrección

Pero como Jesús conquistó la tumba, confiamos en que un día nosotros todavía resucitaremos, y así nos encontraremos con Jesús y con nuestros seres queridos creyentes. Esto cambia todo cuando nos enfrentamos cara a cara con la homicidio.

9. La resurrección une a cada cristiano con el poder vivificante que resucitó a Jesús de entre los muertos.

Es a través de la resurrección que, «El final Desaliñado [se convirtió en] espíritu que da vida» (1 Co 15:45). Pablo nos dice que «el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes» (Ro 8:11).

Este asombroso poder está apto para transformarnos, equiparnos y empoderarnos: «Cuál es la extraordinaria generosidad de Su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la validez de la fuerza de Su poder. Ese poder obró en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos» (Ef 1:19-20).

10. Conveniente a la resurrección, podemos retener que Jesús regresará personalmente para arbitrar y dirigir el mundo.

Es una fuente de gran alegría para el cristiano que Jesús regrese. Pero todavía debe causar gran preocupación a quienes viven alejados de Él. Gracias a la resurrección, podemos estar seguros de que este mismo Jesús volverá de nuevo:

Luego, habiendo pasado por suspensión los tiempos de ignorancia, Todopoderoso declara ahora a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan. Porque Él ha establecido un día en el cual juzgará al mundo en honestidad, por medio de un Hombre a quien Él ha designado, habiendo presentado pruebas a todos los hombres cuando lo resucitó de entre los muertos (Hch 17:30-31).

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