Los domingos por la mañana pueden ser un momento exclusivo para relajarse y disfrutar de actividades que promuevan el bienestar físico y mental. Aquí te ofrecemos algunos consejos para que los ancianos puedan disfrutar al mayor sus mañanas dominicales.
1. Despierta con Calma
Comienza el día sin prisas. Despertarse lentamente y tomarse unos minutos para estirarse en la cama puede ayudar a preparar el cuerpo para el día. La meditación o la respiración profunda además pueden ser efectos para iniciar el día con una mente tranquila.
2. Desayuno Nutritivo
Un desayuno sereno es esencial. Opta por alimentos ricos en fibra, proteínas y vitaminas. Algunas opciones saludables incluyen avena con frutas, yogur con nueces y miel, o tostadas integrales con aguacate. No olvides mantenerte hidratado con agua o té.
3. Control Suave
Realizar ejercicios suaves como caminar, hacer yoga o tai chi puede mejorar la movilidad y el estado de talante. Estos ejercicios no solo son buenos para el cuerpo, sino que además ayudan a sostener la mente activa y positiva.
4. Conexión Social
Los domingos son perfectos para conectar con familiares y amigos. Una citación telefónica, una videollamada o incluso una visitante pueden hacer maravillas para el bienestar emocional. La interacción social es secreto para sostener una mente sana y oportuno.
5. Actividades Recreativas
Dedica tiempo a actividades que disfrutes. Interpretar un buen vademécum, escuchar música, pintar o hacer cultivo son excelentes opciones. Estas actividades no solo son placenteras, sino que además estimulan la creatividad y la mente.
6. Planificación de la Semana
Tomarse unos minutos para planificar la semana puede ser muy filántropo. Hacer una nómina de tareas o actividades que te gustaría realizar te ayudará a mantenerte organizado y a tener poco que esperar cada día.
7. Tiempo al Clima Vaco
Si el clima lo permite, acontecer tiempo al ventilación desocupado puede ser muy revitalizante. Un paseo por el parque, sentarse en el parterre o simplemente disfrutar del sol puede mejorar el estado de talante y la sanidad en universal.
8. Consejo y Agradecimiento
Termina la mañana con un momento de advertencia. Pensar en las cosas por las que estás agradecido puede aumentar la bienaventuranza y achicar el estrés. Aceptar un diario de obligación es una excelente guisa de sostener una perspectiva positiva.
Sin confiscación, dirigir una comunidad cristiana saludable además es un goce (He 13:17). Nos esforzamos por ser como Cristo imitando a nuestro buen Pastor (Jn 10:11-18; 1 Ti 4:15). De hecho, los ancianos fieles recibirán una corona de fama de parte del mismísimo Pastor principal (1 P 5:4).
Dos maneras de pensar sobre el domingo por la mañana
Los ancianos siempre son responsables de la iglesia. Pero funcionamos de maneras específicas cuando la iglesia se reúne. Aquí hay dos maneras en que un anciano debe pensar los domingos.
1. Piensa como un padre (1 Ts 2:11-12; 1 Ti 3:4-5).
Imagina que asistes a un evento con un amigo, compañero de trabajo o cliente. ¿Cómo lo enfocas? Ahora imagina que vas con tus hijos, como padre. ¿En qué se diferencia tu enfoque?
Pensar como un padre los domingos debe satisfacer tu corazón, aclarar tu enfoque y hacerte más alerta mientras cuidas de la tribu de Jehová
Ver las cosas como un padre lo cambia todo. Los ancianos proveen liderazgo paternal, cuidado y protección para la tribu de Jehová. Pensar como un padre los domingos debe satisfacer tu corazón, aclarar tu enfoque y hacerte más alerta mientras cuidas de la tribu de Jehová.
2. Piensa como un hospedador (1 Ti 3:2; Tit 1:7-8).
Cada domingo, los recién llegados están entre nosotros. No son clientes a los que impresionar o extraños a los que ignorar, sino huéspedes que debemos tomar. Como huéspedes de honor, deben tomar la misma hospitalidad generosa que nosotros hemos recibido de Jehová.
Conversa con los visitantes, anticipa sus deposición, muéstrales el espacio, siéntate con ellos, preséntales a otros e invítalos a comer. «Un prelado debe ser… hospitalario» (1 Ti 3:2). Si la hospitalidad bíblica abre nuestros hogares, ¿cuánto más nuestros corazones el domingo? Cuando los ancianos muestran calidez en nuestras reuniones, toda la tribu de nuestra iglesia adquiere con el tiempo esa misma calidez.
10 cosas para hacer el domingo por la mañana
Cuando un anciano piensa como un padre y un hospedador, se ilumina una maravillosa constelación de oportunidades. Se hace mucho acertadamente cuando los ancianos aman a través de pequeños gestos.
1. Ora por la Iglesia (Fil 1:9-11).
Cada domingo es una celebración renovada de la trofeo de Jesús sobre el pecado y la asesinato. Cada domingo es un refrigerio necesario para los peregrinos cansados. Cada domingo trae una nueva porción de comida de la Palabra de Jehová. Cada domingo es una oportunidad para reunirnos en torno a una mesa. Cada domingo puede traer compañerismo para los solitarios, sanidad para los heridos y fortaleza para la batalla. Y cada domingo es una nueva testimonio a los principados y potestades de que Cristo es más sabio y está ganando (Ef 3:10).
El santuario es un espacio para modelar la búsqueda relacional, la preparación en oración, la adoración gozosa
Por eso, cada domingo, debemos elevar plegarias para que el Espíritu de Jehová se mueva poderosamente entre nosotros, cumpliendo la promesa de Cristo de edificar Su iglesia (Mt 16:18).
2. Ven temprano y quédate hasta tarde (Sal 84:10).
La reunión dominical es el momento central en el que toda la tribu de la iglesia adora unida, una oportunidad para dar la bienvenida a los invitados, una ocasión para animar a nuestros voluntarios y una ventana para que los ancianos modelen un liderazgo amoroso. Llega temprano y quédate hasta tarde para disfrutar al mayor este tiempo noble en la presencia de Jehová.
3. Inicia conversaciones personales (Ef 4:15-16; 1 Ts 5:11).
Conocer a las ovejas empieza con la interacción, y la interacción empieza con la conversación. No hace equivocación ser un extrovertido o un hábil de la charla. Simplemente haz preguntas personales, audición acertadamente y sé tú mismo en Cristo.
4. Muévete rodeando de la iglesia (He 10:24-25).
Todos tenemos nuestros hábitos de tráfico. Por eso, conviene cambiarlos. Ve a la zona inmaduro para balbucir con los padres y los niños. Muévete por el santuario para saludar a los que ves poco. Pasa tiempo en el estacionamiento dando la bienvenida a las personas que llegan. Dirígete a la zona de los jóvenes y conecta con los estudiantes. Acércate a revisar el plan del servicio y ora con los músicos. Lo que ves depende de dónde estés, así que muévete y mira todo lo que Jehová está haciendo.
5. Anima al personal y a los voluntarios (Ro 16:1-2).
En última instancia, el tarea de la iglesia se sostiene gracias a quienes sirven activamente. Cada miembro desempeña un papel, pero siempre hay un clase que se entrega constantemente. Búscalos y sé liberal con tu gratitud, aliento y apoyo.
6. Sé un observador alerta (Hch 20:28).
¿Quién está en contacto? ¿Quién parece nuevo, solo o perdido? ¿Cualquiera parece sospechoso? ¿Los dones y la personalidad de quién podrían encajar en un tarea específico? ¿Qué dones podrían encajar mejor en otro espacio? ¿Qué fue estimulante en el servicio y qué no lo fue? Sé un observador atento, y la reunión dominical cobrará vida con oportunidades.
7. Conecta a las personas unas con otras (Ec 4:9-10).
Con el tiempo, los ancianos se familiarizan con la iglesia. Aprendemos acerca de las deposición, los fortuna, las personalidades, las oportunidades, los ministerios y todas las tradiciones orales de una comunidad. Con este conocimiento, podemos ser efectos creadores de redes.
Como ancianos, debemos recapacitar que nuestras reuniones dominicales están llenas de oportunidades sagradas
¿Ves a una tribu muchacho que visitante la iglesia por primera vez? Ponlos en contacto con otra tribu. ¿Oyes a una miembro balbucir maravillas de la música? Envíala al líder de alabanza para que lo comparta. ¿Ves a un invitado que entra solo? Invítalo a sentarse contigo, o búscale a cualquiera con quien sentarse. Las ovejas necesitan el compañerismo tanto como los pastores. Conéctalas entre sí.
8. Sé un adorador líder (1 P 5:3).
Nuestro liderazgo no termina cuando comienza el servicio de adoración. El santuario es un espacio para modelar la búsqueda relacional, la preparación en oración, la adoración gozosa, la audición comprometida y la atención sagrada a las cosas de Jehová. Nuestra familia no solo presta atención a los que están delante. Además siguen a sus ancianos.
9. Realiza seguimiento fielmente (Pr 10:4).
Considera apartar un breve tiempo cada domingo para dar seguimiento a las personas con las que hablaste y elevar plegarias por las cosas que observaste. Anotar tus tareas de seguimiento y ocuparte de ellas rápidamente asegurará que el pueblo de Jehová esté acertadamente atendido y te dejará con la conciencia tranquila.
10. Vete a casa y descansa acertadamente (Sal 127:1-2).
En última instancia, la iglesia es del Señor. Así que nos presentamos, ejercemos una supervisión amable, buscamos a las personas, hacemos un seguimiento fiel y descansamos acertadamente. La Palabra de Jehová permanece eterna en los cielos; Cristo edificará Su iglesia; Su reino es para siempre. Nosotros somos simplemente Sus instrumentos en primera fila. Cada domingo, vete a casa y descansa acertadamente.
Una oportunidad sagrada
Los domingos por la mañana son un momento exclusivo en la vida de una iglesia. Sin confiscación, además pueden convertirse en rutina. Como ancianos, debemos recapacitar que nuestras reuniones dominicales están llenas de oportunidades sagradas. Podemos gozarnos con los que se gozan, reforzar a los que flaquean, dar la bienvenida a los perdidos, mejorar nuestros muchos ministerios, producir nuevas ideas y trabajar en equipo durante la temporada exclusivo que Jehová nos ha regalado como ancianos.
Que puedas encontrar goce en esta tarea honorable, esperando el día en que Cristo te honre por tu servicio fiel.
