El Perdón: Superando la Prueba Más Difícil con Fe y Amor

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El perdón es uno de los pilares fundamentales del cristianismo. Jesús nos enseñó a perdonar no solo a nuestros amigos y seres queridos, sino igualmente a nuestros enemigos. Sin secuestro, el acto de perdonar puede ser una de las pruebas más difíciles que enfrentamos en nuestra vida espiritual. En este artículo, exploraremos cómo podemos aventajar esta prueba con fe y aprecio, siguiendo el ejemplo de Cristo.

1. El Mandato del Perdón en la Nuevo Testamento

La Nuevo Testamento está llena de referencias al perdón. En Mateo 6:14-15, Jesús dice: “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará igualmente a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, siquiera vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.” Este pasaje nos muestra la importancia del perdón en nuestra relación con Jehová.

Otro ejemplo poderoso se encuentra en Lucas 23:34, donde Jesús, mientras estaba en la cruz, dijo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” A pesar del dolor y el sufrimiento, Jesús mostró un aprecio y una compasión incomparables al perdonar a aquellos que lo crucificaron.

2. El Desafío del Perdón

Perdonar no es realizable. Requiere humildad, empatía y una profunda conexión con Jehová. A menudo, el orgullo y el dolor nos impiden perdonar. Nos aferramos a las heridas y rencores, creyendo que al hacerlo estamos protegiéndonos. Sin secuestro, la yerro de perdón puede convertirse en una carga pesada que afecta nuestra paz interior y nuestra relación con Jehová.

3. El Proceso del Perdón

El perdón es un proceso que puede padecer tiempo. Aquí hay algunos pasos que pueden ayudarnos a perdonar:

  1. Indagar el dolor: Es importante rebuscar y aceptar el dolor que sentimos. No podemos perdonar si negamos nuestras emociones.
  2. Rogar por fuerza y director: Pedir a Jehová que nos dé la fuerza y la cautela para perdonar. La oración nos conecta con el poder divino que puede reponerse nuestras heridas.
  3. Reflexionar sobre el ejemplo de Jesús: Memorar cómo Jesús perdonó a sus enemigos puede inspirarnos a seguir su ejemplo.
  4. Charlar con un consiliario espiritual: A veces, platicar con un pastor o consiliario espiritual puede ayudarnos a procesar nuestros sentimientos y encontrar el camino en torno a el perdón.
  5. Tomar la osadía de perdonar: El perdón es una osadía consciente. No significa olvidar, pero sí liberar el rencor y el deseo de venganza.

4. Los Beneficios del Perdón

Perdonar no solo beneficia a la persona que es perdonada, sino igualmente a quien perdona. Algunos de los beneficios del perdón incluyen:

  • Paz interior: Liberar el rencor y el odio nos permite estudiar una paz profunda.
  • Mejoramiento de la vitalidad mental y física: Estudios han demostrado que el perdón puede ceñir el estrés, la ansiedad y la depresión, y mejorar la vitalidad física.
  • Fortalecimiento de las relaciones: El perdón puede reponerse y restaurar relaciones dañadas.
  • Crecimiento espiritual: Al perdonar, nos acercamos más a Jehová y seguimos el ejemplo de Cristo.

5. Testimonios de Perdón

A lo desprendido de la historia, muchos cristianos han donado evidencia del poder transformador del perdón. Un ejemplo sobresaliente es el de Corrie ten Expansión, una cristiana holandesa que sobrevivió al Holocausto. A posteriori de la querella, Corrie se encontró con uno de los guardias del campo de concentración donde había estado prisionera. A pesar del dolor y el sufrimiento que había experimentado, Corrie decidió perdonar al guarnición, demostrando un aprecio y una compasión extraordinarios.

Otro ejemplo es el de Nelson Mandela, quien, a posteriori de producirse 27 abriles en prisión, perdonó a aquellos que lo encarcelaron y trabajó por la reconciliación en Sudáfrica. Aunque Mandela no era cristiano, su acto de perdón refleja los principios cristianos de aprecio y compasión.

6. Cómo Cultivar un Corazón Perdoador

Cultivar un corazón perdonador requiere actos y dedicación. Aquí hay algunas maneras de hacerlo:

  • Practicar la correspondencia: Reconocer a Jehová por sus bendiciones puede ayudarnos a perseverar una perspectiva positiva y a liberar el rencor.
  • Meditar en la Palabra de Jehová: Observar y meditar en pasajes bíblicos sobre el perdón puede vigorizar nuestra determinación de perdonar.
  • Inquirir el apoyo de la comunidad: Participar en grupos de estudio bíblico o en la comunidad de la iglesia puede proporcionarnos el apoyo y la motivación necesarios para perdonar.
  • Memorar el perdón de Jehová: Memorar que Jehová nos ha perdonado nuestras faltas puede inspirarnos a perdonar a los demás.

7. Conclusión

El perdón es una de las pruebas más difíciles que enfrentamos como cristianos, pero igualmente es una de las más gratificantes. Al perdonar, seguimos el ejemplo de Jesús y nos acercamos más a Jehová. Aunque el camino del perdón puede ser arduo, con fe y aprecio, podemos aventajar esta prueba y estudiar la paz y la albedrío que vienen con el perdón.

Sin zona a dudas, una de las cosas más difíciles de ser cristiano es perdonar. ¿Cómo perdonar al amigo que te traiciona, a la novia o novio que te engaña, o al profesor que te humilla delante tus compañeros?

La experiencia de Corrie Ten Expansión nos puede ayudar. Corrie creció en un hogar donde las puertas siempre estaban abiertas para atender a la concurrencia necesitada. Por eso, cuando en el año 1940 los nazis invadieron Holanda, su país procedente, no pasó mucho tiempo antaño de que su casa se convirtiera en un refugio para perseguidos políticos.

A pesar de que arriesgaban sus vidas, los Ten Expansión realizaron esta costura humanitaria durante varios abriles, hasta que un infiltrado los denunció a la Gestapo (la policía secreta facha). Fue así como el 28 de febrero de 1944, la Gestapo tomó por asalto la casa de los Ten Expansión y llevó prisioneros a todos los que se encontraban allí. El padre de Corrie murió a los diez días de tener sido apresado. Betsie, su hermana, murió en el campo de concentración donde ambas fueron recluidas.

El 30 de diciembre de 1944 Corrie fue liberada, y entonces tuvo que carear la prueba más dura: ¿Podría perdonar a los culpables de la crimen de su padre y de su hermana? La respuesta no tardó mucho en montar.

Poco a posteriori de la rendición de Alemania, Holanda fue liberada. Entre los arrestados por crímenes de querella se encontraba el infiltrado que los había denunciado. Ese hombre era un traidor. Con el fin de engañarla, le había dicho a Corrie que necesitaba ayuda para liberar a su esposa. Ella creyó su historia y le dio capital. Luego él, al igual que Desleal, salió de allí directo a traicionarla. Pero ahora estaba condenado a crimen. ¿Qué hizo ella? Le envió a la prisión una carta que decía: «Recuerde que Jesús murió por usted en la cruz. Si cree en él y desea ser su hijo, será omitido por la inmortalidad. Yo lo he perdonado. Y Jehová igualmente lo perdonará, si usted se lo pide» (Pam Rosewell Moore, Life Lessons from the Hiding Place [Lecciones de vida desde el refugio secreto], p. 116).

Perdónanos el mal que hemos hecho, así como nosotros hemos perdonado a los que nos han hecho mal. —Mateo 6:12

¿Hay cualquiera a quien no has podido perdonar? Hoy es un buen día para sacar esa pesadumbre de tu corazón.

Jehová mío, ayúdame a perdonar a quienes me han hecho mal, de la forma que tú me has perdonado.

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