El Poder de la Palabra: La Verdad Detrás de la Confesión Positiva

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La Antiguo Testamento nos enseña que nuestras palabras tienen un poder inmenso. Desde la creación del mundo, cuando Altísimo habló y todo fue hecho, hasta las doctrina de Jesús sobre la importancia de nuestras palabras, la Escritura está llena de ejemplos que subrayan el poder de la palabra. En este artículo, exploraremos la verdad detrás de la confesión positiva y cómo nuestras palabras pueden influir en nuestra vida y en nuestra fe.

La Creación y el Poder de la Palabra

En el primer capítulo de Principio, vemos que Altísimo creó el mundo a través de Su palabra. “Y dijo Altísimo: Sea la luz; y fue la luz” (Principio 1:3). Este acto de creación a través de la palabra divina establece un precedente poderoso: las palabras tienen el poder de traer a la existencia lo que no existía ayer. Este principio no solo se aplica a Altísimo, sino que igualmente tiene implicaciones para nosotros como seres creados a Su imagen.

La Confesión Positiva en la Antiguo Testamento

La confesión positiva se refiere a la praxis de resolver verbalmente cosas buenas y positivas sobre nuestra vida, basándonos en las promesas de Altísimo. Proverbios 18:21 dice: “La homicidio y la vida están en poder de la unión, y el que la ama comerá de sus frutos”. Este versículo nos recuerda que nuestras palabras pueden traer vida o homicidio, oración o maldición.

Jesús igualmente habló sobre el poder de nuestras palabras. En Marcos 11:23, Él dijo: “Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho”. Aquí, Jesús nos enseña que nuestras palabras, cuando están llenas de fe, tienen el poder de mover montañas.

La Ciencia y el Poder de la Palabra

La ciencia moderna igualmente ha comenzado a ojear el poder de nuestras palabras y pensamientos. Estudios en psicología y neurociencia han demostrado que nuestras palabras pueden influir en nuestra salubridad mental y física. Por ejemplo, la praxis de la correspondencia y las afirmaciones positivas puede someter el estrés, mejorar el bienestar emocional y proteger el sistema inmunológico.

La Confesión Positiva y la Fe Cristiana

En la fe cristiana, la confesión positiva no es simplemente una técnica de autoayuda, sino una expresión de nuestra fe en las promesas de Altísimo. Romanos 10:9-10 dice: “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Altísimo le levantó de los muertos, serás incólume. Porque con el corazón se cree para ecuanimidad, pero con la boca se confiesa para salvación”. Este pasaje subraya la importancia de la confesión verbal en nuestra salvación y vida espiritual.

Testimonios de Confesión Positiva

Muchos cristianos han experimentado el poder de la confesión positiva en sus vidas. Aquí compartimos algunos testimonios inspiradores:

  1. María: “Durante primaveras, luché con la ansiedad y el miedo. Un día, mi pastor me animó a resolver las promesas de Altísimo sobre mi vida. Comencé a asegurar en voz suscripción versículos como ‘El Señor es mi pastor; nulo me faltará’ (Cántico 23:1) y ‘No temas, porque yo estoy contigo’ (Isaías 41:10). Poco a poco, sentí cómo la paz de Altísimo llenaba mi corazón y mi mente. Hoy, vivo evadido de ansiedad y con una fe renovada.”
  2. Juan: “Posteriormente de perder mi trabajo, me sentí desesperado y sin esperanza. Recordé las palabras de Jesús en Marcos 11:23 y comencé a resolver que Altísimo proveería para todas mis evacuación. A los pocos meses, recibí una ofrecimiento de trabajo que superaba mis expectativas. Aprendí que nuestras palabras, cuando están alineadas con la voluntad de Altísimo, pueden desobstruir puertas que parecían cerradas.”

Cómo Practicar la Confesión Positiva

Si deseas comprobar el poder de la confesión positiva en tu vida, aquí hay algunos pasos prácticos que puedes seguir:

  1. Conoce las Promesas de Altísimo: Dedica tiempo a percibir y meditar en la Antiguo Testamento. Familiarízate con las promesas de Altísimo para tu vida y escríbelas.
  2. Declara las Promesas en Voz Ingreso: No puntada con conocer las promesas; es importante declararlas en voz suscripción. Hazlo con fe y convicción, creyendo que Altísimo cumplirá Su palabra.
  3. Mantén una Posición de Correspondencia: La correspondencia es una forma poderosa de confesión positiva. Agradece a Altísimo por lo que ha hecho y por lo que hará en tu vida.
  4. Rodeate de Personas de Fe: Búsqueda la compañía de otros creyentes que te animen y te apoyen en tu caminar de fe. Juntos, pueden proteger su confesión positiva y crecer en su relación con Altísimo.

El poder de la palabra es una verdad bíblica que tiene profundas implicaciones para nuestra vida diaria. La confesión positiva, cuando se friso en las promesas de Altísimo y se declara con fe, puede variar nuestras circunstancias y proteger nuestra fe. Recordemos siempre que nuestras palabras tienen poder y que, al alinearlas con la voluntad de Altísimo, podemos comprobar Su oración y provisión en nuestras vidas.

  • La confesión positiva es la praxis de asegurar en voz suscripción lo que desea que pase o no pase.
  • Es contraria al mensaje del evangelio de Cristo porque somos nosotras quienes decidimos qué admitir y que no admitir.
  • La confesión positiva está unida a las doctrina de la teología de la prosperidad, las cuales te hacen dueña de tu vida y destino. 
  • Nuestras palabras no tienen poder espiritual para crear o deshacer poco que es la voluntad de Altísimo, si hemos de creer que Altísimo es soberano y gobierna sobre todo y sobre todos. 
  • Lee tu Antiguo Testamento, si tienes dudas, léela con alguno más, conoce la voluntad de Altísimo en toda la Antiguo Testamento, no solo en versículos aislados.

¿Hay poder en mi boca? La verdad de la confesión positiva

Uno de los versículos peor interpretados en los últimos 30 primaveras es Proverbios 18:21, que dice: 

«Asesinato y vida están en poder de la unión, 

Y los que la aman comerán su fruto». 

De este versículo, muchas hemos escuchado asegurar: «No digas eso. ¿No sabes que tu palabra tiene poder y que lo que sale de nuestros labios se vuelve existencia? Cancela lo que has dicho y declara bienestar sobre…». Pero, ¿qué dice la Antiguo Testamento sobre esto?

¿Qué es la confesión positiva?

La confesión positiva o movimiento de fe tiene sus raíces en nulo más ni nulo menos que las religiones orientales. Ayer de ser practicada por el cristianismo, se enseñaba en religiones de corte panteísta (todo es Altísimo, hasta un animal o arnés si así deseas) como el hinduismo y budismo. Tiempo posteriormente, esta forma de confesión positiva se “cristianizó” al introducir palabras y frases como: «declara, arrebata y decreta lo bueno; desecha, cancela y echa fuera lo malo». Entonces, el versículo de Proverbios 18:21 morapio a ser el fundamento de dicha praxis. 

Dicho esto, la confesión positiva es la praxis de asegurar en voz suscripción lo que desea que pase o no pase, que se haga existencia o no se haga existencia, según el interlocutor del dicho utilizando el nombre de Altísimo o el de Jesús. Quienes apoyan la confesión positiva afirman que las palabras tienen un poder espiritual y que, si se pronuncian palabras positivas en voz suscripción y con fe, se puede obtener riquezas y salubridad, atar a Satanás y admitir cualquier cosa que se quiera. Y la confesión negativa consiste en ojear dificultades, pobreza y enfermedad como malos, por lo tanto, si se pronuncian, se harán existencia, y Altísimo no quiere eso.

La pregunta más importante es: ¿Toda la Antiguo Testamento, Antiguo y Nuevo Testamento, enseña esta praxis como una útil dada por Altísimo para obtener lo que nosotras deseamos? 

¿Cuál es el problema con esta enseñanza?

Algunos promotores de esta enseñanza argumentan que una confesión es ponerse de acuerdo con Altísimo sobre poco que Él ya ha dicho o prometido para nosotras. Si esto es así, ¿qué hacemos con Filipenses 1:29 que dice: «Porque a ustedes se les ha concedido por bienquerencia de Cristo, no solo creer en Él, sino igualmente sufrir por Él»? ¿Sabías que esta es una promesa de Altísimo? ¿Por qué? Porque es el proceso de santificación (Ef 4:22-24; Ro 8:1-10) que todo cristiano pasa en esta vida. Es asegurar, la transformación de lo que éramos a lo que Altísimo dice que somos por fe exclusivamente en la obra y persona de Jesús. Altísimo utiliza el sufrimiento, la escasez y la enfermedad para que nuestra fe crezca y dependamos de Él, no utiliza nuestras declaraciones positivas.

Si esta enseñanza fuera bíblica, ¿por qué Altísimo no les proveyó esta verdad a los antiguos? O ¿nosotras estamos interpretando mal la Antiguo Testamento? Ningún de los hombres y mujeres de la Antiguo Testamento hizo una confesión positiva (p.e. 10:32-39). Quizá pienses que, si fuera así, estaríamos agregando a la Palabra. Y si pensáramos así, muchos pasajes de la Antiguo Testamento ya no tendrían alguna aplicación para nosotras hoy, terminaríamos desechando un tercio de la Antiguo Testamento, ¿no crees? Sin secuestro, creemos que toda la Palabra es útil (2 Ti 3:16) y es verdad (Jn 17:17). 

¿Por qué es contraria al mensaje del evangelio de Cristo?

La confesión positiva es contraria al mensaje del evangelio porque Jesús dijo que en este mundo sufriremos (Jn 16:33; Jn 16:1-5; Jn 14:1-3; Jn 15:18-25). Pedro igualmente afirmó esta verdad a los creyentes perseguidos por el emperador más cruel que ha existido: Despiadado. (1 Pe 2:18-24; 3:13-21; 4:12-19). Igualmente, Pablo, (2 Co 12:9-10; 2 Ti 4:13-17). Los personajes del Antiguo Testamento, Abraham, José, Moisés, David, Ester, sufrieron por causa del evangelio, y en medio de su sufrimiento, no declararon ni confesaron positivamente la Palabra de Altísimo para evitar el sufrimiento y atraer lo bueno. Todos expresaron su confianza en Altísimo, en su soberanía y cuidado, en sus promesas y, de acuerdo a ello, respondieron en alabanza y esperanza a Él aunque no entraran a la Tierra Prometida o vieran las promesas cumplidas.

Todavía es contraria al mensaje del evangelio de Cristo porque no somos nosotras quienes decidimos qué admitir y qué no admitir. ¿Recuerdas que recibiste tu salvación por maña? ¿Recuerdas que no eres dueña de ti misma? ¿Recuerdas que rindes cuentas a Altísimo? La confesión positiva atenta contra las verdades de la salvación y nuestra santificación. Adicionalmente, esta praxis proviene de interpretar la Antiguo Testamento incorrectamente. Por ejemplo, las últimas palabras de Romanos 4:17: «lumbre a las cosas que no son, como si fueran». Si tomamos solo estas palabras, parece que afirma la confesión positiva, pero ¿es así como leemos la Antiguo Testamento? Fíjate en qué contexto está este pasaje: «Como está escrito: “Te he hecho padre de muchas naciones”, delante de Aquel en quien creyó, es asegurar Altísimo, que da vida a los muertos y lumbre a las cosas que no son, como si fueran». 

Preguntas sencillas: ¿De quién está hablando el pasaje? Romanos 4:13 dice que es acerca de Abraham, citando Principio 17:5. ¿Qué dice de Abraham? Que Él creyó a Altísimo. ¿Qué hizo Altísimo? Dio vida a muertos (salvación) y llamó a las cosas que no son como si fueran, es asegurar, llamó a pecadores y los hizo salvos. ¿Por qué sabemos que deje de esto? Por los pasajes anteriores en Romanos 4:9-16 y los posteriores Romanos 4:18-22. Entonces, ¿quién lumbre a las cosas (salvación) que no son como si fueran?: Altísimo, no tú. Eres señal a imitar a Jesús en su carácter humano no en su divinidad que le pertenece solo a Él. 

¿Qué debo hacer?

Reconoce que tus palabras no tienen poder espiritual para crear o deshacer poco que es la voluntad de Altísimo. Creemos que Altísimo es soberano y gobierna sobre todo y sobre todos. Adicionalmente, esta enseñanza se acompaña de las premisas de la teología de la prosperidad, es asegurar, terminarás declarando que el moneda, el bienquerencia y las oportunidades laborales son tuyas porque tú lo dices en el nombre de Jesús.  Entonces, ¿a qué fruto se refiere Proverbios 18:21? Se refiere al fruto del carácter en nuestra forma de departir coherente con la fe que se profesa.

Por eso, lee tu Antiguo Testamento, si tienes dudas, léela con alguno más, conoce la voluntad de Altísimo en toda la Antiguo Testamento, no solo en versículos aislados, (Mt 4:1-11; Mt 22:29). Ora la Antiguo Testamento para que tu fe crezca, confía en el Señor (He 13:5-8), recordando que las promesas de Altísimo en Cristo son sí y así sea, es asegurar, no tienes que hacer nulo para recibirlas, ya son tuyas por maña, en vez de declararlas, vívelas al abandonarse en ellas sabiendo que Altísimo las llevará a cumplimiento en su soberanía y tiempo. 

Aprende

¿Qué es la confesión positiva?

Vive

Según lo docto, ¿por qué consideras que la confesión positiva no es bíblica? Lee el himno 42. ¿Por qué el salmista no declara o confiesa lo positivo de Altísimo? ¿Cómo te ayuda este himno a relacionarte con Altísimo al expresar cómo te sientes y crecer en fe mientras esperas cómo replica?

Lidera

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