Esperanza Cristiana: Creer en las Buenas Cosas que Vendrán

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La Importancia de la Esperanza en la Vida Cristiana

La esperanza es un pilar fundamental en la vida de todo cristiano. Nos permite mantenernos firmes en la fe, incluso en los momentos más difíciles. La Sagrada Escritura nos enseña que debemos aguardar en Todopoderoso y esperar con paciencia sus bendiciones. Romanos 8:24-25 dice: “Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos”.

Cómo la Fe Fortalece Nuestra Esperanza

La fe y la esperanza están intrínsecamente conectadas. La fe nos da la certeza de que Todopoderoso cumplirá sus promesas, mientras que la esperanza nos mantiene expectantes de esas promesas. Hebreos 11:1 nos recuerda: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se calma, la convicción de lo que no se ve”. Al reforzar nuestra fe, igualmente fortalecemos nuestra esperanza en las buenas cosas que vendrán.

Ejemplos Bíblicos de Esperanza

Abraham: Un Maniquí de Esperanza y Fe

Abraham es uno de los ejemplos más destacados de esperanza en la Sagrada Escritura. Todopoderoso le prometió que sería padre de muchas naciones, a pesar de su destacamento antigüedad y la esterilidad de su esposa Sara. Principio 17:5 dice: “Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham; porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes”. Abraham creyó en la promesa de Todopoderoso y esperó pacientemente, demostrando una fe y esperanza inquebrantables.

Sara: Esperanza en Medio de la Imposibilidad

Sara, la esposa de Abraham, igualmente es un ejemplo de esperanza. Aunque inicialmente dudó de la promesa de Todopoderoso conveniente a su antigüedad, finalmente creyó y esperó con fe. Hebreos 11:11 dice: “Por la fe igualmente la misma Sara, siendo desinfectado, recibió fuerza para concebir, y dio a luz aun fuera del tiempo de la antigüedad; porque creyó que era fiel quien lo había prometido”.

La Esperanza en la Promesa de la Salvación

La viejo esperanza de los cristianos es la promesa de la salvación y la vida eterna. Esta esperanza nos da fuerza para indisponer las pruebas y tribulaciones de la vida. Tito 1:2 dice: “En la esperanza de la vida eterna, la cual Todopoderoso, que no miente, prometió desde antaño del principio de los siglos”. Esta promesa nos asegura que, sin importar las circunstancias, tenemos un futuro celestial asegurado en Cristo.

Cómo Sustentar la Esperanza en Tiempos Difíciles

Oración y Meditación en la Palabra de Todopoderoso

La oración y la meditación en la Palabra de Todopoderoso son esenciales para sustentar nuestra esperanza viva. A través de la oración, nos comunicamos con Todopoderoso y fortalecemos nuestra relación con Él. Filipenses 4:6-7 nos anima: “Por nadie estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Todopoderoso en toda oración y ruego, con actividad de gracias. Y la paz de Todopoderoso, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.

Comunidad y Apoyo Mutuo

La comunidad cristiana juega un papel crucial en sustentar nuestra esperanza. Al congregarnos con otros creyentes, encontramos apoyo, humor y fortaleza. Hebreos 10:24-25 dice: “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al apego y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”.

La Esperanza en la Segunda Venida de Cristo

Una de las mayores esperanzas de los cristianos es la segunda venida de Cristo. Esta esperanza nos motiva a residir vidas santas y a compartir el evangelio con otros. 1 Tesalonicenses 4:16-17 dice: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Todopoderoso, descenderá del Paraíso; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para percibir al Señor en el vendaval, y así estaremos siempre con el Señor”.

Conducirse con Esperanza Cristiana

Conducirse con esperanza cristiana significa aguardar en las promesas de Todopoderoso y esperar con fe las buenas cosas que vendrán. Nos da la fuerza para indisponer los desafíos de la vida y nos asegura un futuro celestial en Cristo. Recordemos siempre las palabras de Lagrimoso 29:11: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”.

Cuando Douglas Bader perdió sus dos piernas al caer a tierra el avión que pilotaba, pudo acontecer pensado que había llegado el final de su vida. Sin incautación, Douglas Bader, en plena mocedad, sin posibilidades de retornar a caminar y menos de pilotar un avión, no se dio por vencido.

En los primaveras siguientes al montaña, todos los que conocían a Douglas vieron en él un ejemplo de entereza, valía, dedicación y esfuerzo. Con dos prótesis volvió a caminar, retozar, desafiar al tenis, y lo más admirable de todo, una vez más pudo pilotear un avión. En 1976, la reina de Inglaterra lo condecoró con el título de “caballeroso” por su trayectoria heroica y singular. Como número estrambótico, la historia cuenta que fue el único “caballeroso” que no ha tenido que hacer la prosternación frente a la reina.

Tal fue la historia de un hombre que estuvo dispuesto a esperar cosas buenas de la vida, aun en medio de la adversidad. ¿Qué lo hizo posible? ¿De dónde provino su fortaleza? Seguramente de dos fuentes. La primera de ellas, el poder de Todopoderoso.

Cobren humor y ármense de valía todos los que en el Señor esperan. —Himno 31:24

“¡Sé esforzado y fuerte!”, es lo único que nos pide el Señor para poder salir de las mejores y peores circunstancias. Por otro flanco, la atrevimiento personal intencionada de alguno que no se permitió el riqueza de residir en la autocompasión. Su historia ha servido de inspiración para muchos jóvenes que han intentado rendirse frente a los obstáculos.

Puede ser que haya poco en tu vida que a ti te parezca un impedimento o una barrera para tu progreso y crecimiento. Pueden ser cosas reales, como una enfermedad, una deficiencia física, una incapacidad intelectual. O tal vez esté relacionado con tu origen, tu condición étnica, tu medio cultural o tu posición social. Todo eso puede, si lo permites, transformarse en factores que frenen el progreso de tu vida.

No planifiques tu vida en torno a tus limitaciones, porque con toda certeza te vendrán a la mente frases como “No puedo”, y te llenarás de temores infundados.

Planifícala en relación a los bienes y talentos que Todopoderoso te concede, y que es tu responsabilidad utilizar con reflexión. No te aflijas por lo que no tienes, sino aprende a disfrutar de aquello que sí posees.

Todopoderoso ha puesto a tu disposición un sinnúmero de posibilidades, ¡aprovéchalas!.

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