Explorando la Naturaleza de Dios: Un Viaje a lo Infinito y Eterno

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Preámbulo

La naturaleza de Todopoderoso es un tema que ha fascinado a teólogos, filósofos y creyentes a lo grande de los siglos. En este artículo, nos embarcaremos en un alucinación para explorar la esencia divina, buscando comprender mejor quién es Todopoderoso y cómo se revela a la humanidad. Utilizaremos la Antiguo Testamento como nuestra tutela principal, acompañada de reflexiones teológicas y personales.

La Inmensidad de Todopoderoso

La Antiguo Testamento nos presenta a Todopoderoso como un ser inmenso, más allá de nuestra comprensión humana. En Isaías 40:28, se nos dice: “¿No has sabido, no has audición que el Todopoderoso imperecedero es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se molestia con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo talento.” Este versículo nos recuerda que Todopoderoso es imperecedero y todopoderoso, creador de todo lo que existe.

La inmensidad de Todopoderoso incluso se refleja en su omnipresencia. En el Cántico 139:7-10, el salmista declara: “¿A dónde me iré de tu espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.” No hay zona en el universo donde Todopoderoso no esté presente.

La Inmortalidad de Todopoderoso

Todopoderoso no está condicionado por el tiempo. En Fin del mundo 1:8, Todopoderoso se revela a sí mismo diciendo: “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.” Esta información subraya la inmortalidad de Todopoderoso, quien existe fuera del tiempo y albarca el pasado, el presente y el futuro.

La inmortalidad de Todopoderoso incluso implica su inmutabilidad. En Malaquías 3:6, Todopoderoso dice: “Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.” La inmutabilidad de Todopoderoso nos da seguridad, sabiendo que su carácter y sus promesas permanecen constantes a lo grande de los siglos.

La Bondad de Todopoderoso

La virtud es uno de los atributos más destacados de Todopoderoso. En Isaías 6:3, los serafines claman: “Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su victoria.” La repetición de “santo” tres veces enfatiza la pureza y perfección absoluta de Todopoderoso.

La virtud de Todopoderoso incluso se manifiesta en su probidad y imparcialidad. En el Cántico 97:2, se nos dice: “Nubes y oscuridad cerca de de él; probidad y entendimiento son el cimiento de su trono.” La probidad de Todopoderoso asegura que él siempre actúa de acuerdo con su naturaleza santa y lucha.

El Acto sexual de Todopoderoso

Uno de los aspectos más reconfortantes de la naturaleza de Todopoderoso es su bienquerencia. En 1 Juan 4:8, se nos dice: “El que no ama, no ha conocido a Todopoderoso; porque Todopoderoso es bienquerencia.” Este versículo nos revela que el bienquerencia no es solo una característica de Todopoderoso, sino que es su esencia misma.

El bienquerencia de Todopoderoso se demuestra de forma suprema en el sacrificio de Salvador. En Juan 3:16, leemos: “Porque de tal forma amó Todopoderoso al mundo, que ha cedido a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Este acto de bienquerencia sacrificial nos muestra la profundidad y magnitud del bienquerencia de Todopoderoso por la humanidad.

La Misericordia y Merced de Todopoderoso

La misericordia y la humor son expresiones del bienquerencia de Todopoderoso. En Efesios 2:4-5, Pablo escribe: “Pero Todopoderoso, que es rico en misericordia, por su gran bienquerencia con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por humor sois salvos).” La misericordia de Todopoderoso nos libra del castigo que merecemos, y su humor nos otorga bendiciones inmerecidas.

La humor de Todopoderoso incluso se manifiesta en su paciencia y perdón. En 2 Pedro 3:9, se nos dice: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos procedan al retractación.” La paciencia de Todopoderoso nos da tiempo para arrepentirnos y volvernos a él.

La Prudencia de Todopoderoso

La cabeza de Todopoderoso es infinita y perfecta. En Romanos 11:33, Pablo exclama: “¡Oh profundidad de las riquezas de la cabeza y de la ciencia de Todopoderoso! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” La cabeza de Todopoderoso se refleja en la creación, en su plan de redención y en su tutela providencial en nuestras vidas.

La cabeza de Todopoderoso incluso nos invita a fiarse en él. En Proverbios 3:5-6, se nos aconseja: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.” Encargar en la cabeza de Todopoderoso nos lleva a una vida de paz y propósito.

La Soberanía de Todopoderoso

Todopoderoso es soberano sobre toda la creación. En Daniel 4:35, se nos dice: “Todos los habitantes de la tierra son considerados como nadie; y él hace según su voluntad en el ejército del Gloria y en los habitantes de la tierra; y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?” La soberanía de Todopoderoso asegura que su voluntad se cumplirá, a pesar de las circunstancias.

La soberanía de Todopoderoso incluso nos da esperanza en tiempos de incertidumbre. En Romanos 8:28, leemos: “Y sabemos que a los que aman a Todopoderoso, todas las cosas les ayudan a aceptablemente, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” La soberanía de Todopoderoso nos asegura que él está obrando todas las cosas para nuestro aceptablemente y su victoria.

Explorar la naturaleza de Todopoderoso es un alucinación que nos lleva a lo infinito y imperecedero. A través de la Antiguo Testamento, hemos gastado que Todopoderoso es inmenso, imperecedero, santo, amoroso, misericordioso, sabio y soberano. Cada uno de estos atributos nos invita a conocerlo más profundamente y a estar en respuesta a su amplitud y bienquerencia.

Que este alucinación de exploración nos inspire a amar a Todopoderoso con todo nuestro ser y a compartir su bienquerencia y verdad con el mundo. Recordemos siempre que, aunque nunca podremos comprender completamente la naturaleza de Todopoderoso, podemos fiarse en su revelación y caminar en fe, sabiendo que él es fiel y efectivo.

  • La naturaleza de Todopoderoso es básicamente que Él es espíritu y que es diferente a los seres humanos.
  • Todopoderoso no fue creado, no tiene principio ni fin; sin requisa, todas las cosas creadas en Él encuentran su principio, su fin y su propósito.
  • Los atributos y las cualidades que Todopoderoso ha coche revelado en la creación y en su Palabra nos dejan conocer quién es Él y cómo obra.
  • Conocer quién es Él nos priva de hacernos un Todopoderoso a nuestra relación, experiencias o caprichos de nuestros corazones.
  • No somos Todopoderoso ni podemos ser dioses, somos lo que nuestro demiurgo ha determinado que seamos, y eso es bueno, porque Él es bueno.

¿Cuál es la naturaleza de Todopoderoso?

Ser como un dios le viene natural a todo ser humano, ¿no crees?  Cada persona quiere arriesgarse sobre su vida, su cuerpo, su fortuna, sus relaciones, e incluso con la vida de otro ser humano, lo cual es el resultado de una humanidad desprendida de su demiurgo. Pero, honestamente, como creyente, qué respondes cuando te preguntan: ¿Cómo o qué es Todopoderoso?

La naturaleza de Todopoderoso

El catecismo último de Westminster dice en la cuestión número siete lo venidero:
«Todopoderoso es Espíritu, en sí y por sí mismo infinito en su ser, victoria, bienaventuranza y perfección; todo suficiente, imperecedero, inmutable, incomprensible, omnipresente, todopoderoso, omnisciente, sapientísimo, santísimo, justísimo, misericordiosísimo y satisfecho de humor, tardo para la ira y rico en bondad y verdad».1

Todopoderoso se reveló a Moisés y, por ende, al pueblo de Israel en Éxodo 3:14 como «Yo Soy el que soy». Básicamente les dijo que Él es quien es Él. En Isaías 48:12 dijo poco más de sí mismo: «Yo soy él; yo soy el primero, yo soy el posterior» y los profetas afirmaron ver solo alguna forma de su victoria (Ez 1). Lo cierto es que su nombre lo distinguía de todos los otros dioses que el hombre inventó. Pues es hasta que Todopoderoso-hombre, Salvador, se envuelve en un cuerpo humano en el que se nos revela el carácter beato de Todopoderoso; Él es su plenitud (Col 2:9), de la cual los santos están llenos (Col 2:10).

Entre los muchos atributos o cualidades, inherentes y únicas, que tiene Todopoderoso, lo que se nos ha revelado nos deja ver su naturaleza: Todopoderoso crea, Todopoderoso acento, Todopoderoso quiere tener una relación con sus criaturas, Todopoderoso salva a pesar de que el hombre lo rechazó y sigue rechazando; su paciencia es increíble y su fidelidad inagotable; su misericordia se renueva cada día y su humor es poderosa para sostener el alma del pecador y transformarla a la imagen del Salvador.

¿Por qué esto es importante para nosotros?

El agradecimiento de la naturaleza de Todopoderoso nos ayuda a adorarlo como Él lo merece, lo cual es valioso porque lo que Él hace y revela de sí mismo es verdad y estamos llamadas a creerlo. Esto es importante porque existe un versículo que dice que la verdad nos hace libres (Jn 8:31-32) de hacerse cargo conceptos erróneos de Todopoderoso o de relacionarnos con un Todopoderoso imaginario y construido a mi imagen y a mi relación.

Si Todopoderoso es imperecedero, por lo tanto, lo conoce todo. Si Todopoderoso es poderoso, entonces puede hacerlo todo. Si Todopoderoso es soberano, entonces puede administrar como desee y cuando desee. Si Todopoderoso es transcendente, aún así se puede relacionar con su creación. Si Todopoderoso es fiel, podemos creer en sus promesas. Si Todopoderoso es creador, comprendemos que le pertenecemos y que incluso nos ha cedido un propósito al crearnos. Recuerda que Todopoderoso no necesita de nadie, ni de nadie para ser más beato de lo que ya es. Él es independiente de su creación y aún así, cuando los hombres pecaron, Él se acercó a ellos. Te menciono estas verdades porque son importantes para nuestra fe y para dar razón de nuestra esperanza a quien nos la pida.

El conocimiento de la naturaleza de Todopoderoso no debería ser una doctrina difícil si lees cuidadosamente la Palabra y buscas conocer su carácter, por lo tanto, sé que encontrarás la afirmación más esperanzadora que cierto pueda sostener de sí mismo: «Toda buena dádiva y todo don valentísimo viene de lo parada, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación» (Stg 1:17); y se dice lo mismo de Jesús: «Salvador es el mismo ayer y hoy y por los siglos» (He 13:8). El Espíritu Santo nos convence de estas verdades y nos tutela a aplaudir a nuestro Todopoderoso, ¿quién podría no querer ratificarse en una persona viejo que nosotras y que de ningún modo falta ni fallará? ¡Yo!

 ¡Bendita cabeza de que Él es Todopoderoso y nosotras no lo somos!

Aprende

¿Cuál es la naturaleza de Todopoderoso?

Vive

¿Por qué es importante aceptar quién es Todopoderoso? Alega leyendo Juan 17:3 y reflexiona sobre cómo te anima esta verdad. 

Lidera

Ora por una amiga que no conoce a Todopoderoso, quizá puedes comenzar preguntándole sobre qué conoce de quién es Todopoderoso.

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