La humildad es una virtud fundamental en la vida cristiana. A menudo, se la malinterpreta como afición o desatiendo de autoestima, pero en verdad, la humildad es una fuerza poderosa que nos agenda en dirección a la cautela y la honra. En Proverbios 15:33, leemos: “El temor del Señor enseña cautela; la humildad precede a la honra”. Este versículo nos recuerda que la verdadera cautela y el honor vienen de un corazón humilde y reverente en dirección a Jehová.
La Humildad en la Nuevo Testamento
La Nuevo Testamento está llena de ejemplos y doctrina sobre la humildad. Jesús mismo es el anciano ejemplo de humildad. Filipenses 2:5-8 nos dice: “Haya, pues, en vosotros este apreciar que hubo todavía en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Jehová, no estimó el ser igual a Jehová como cosa a que empeñarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho afín a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la homicidio, y homicidio de cruz”.
Jesús, siendo Jehová, eligió estar como un siervo y sacrificarse por nosotros. Su vida y homicidio son el ejemplo supremo de humildad y obediencia a la voluntad de Jehová.
La Humildad y la Tino
La humildad es el primer paso en dirección a la cautela. Proverbios 11:2 dice: “Cuando viene la soberbia, viene todavía la deshonra; pero con los humildes está la cautela”. La humildad nos permite indagar nuestras limitaciones y la exigencia de la agenda divina. Nos abre a asimilar y crecer, aceptando que no lo sabemos todo y que siempre hay espacio para mejorar.
La cautela bíblica no es simplemente conocimiento intelectual, sino una comprensión profunda y ejercicio de la vida, basada en el temor del Señor. Este temor no es miedo, sino un profundo respeto y reverencia en dirección a Jehová, reconociendo Su gloria y nuestra dependencia de Él.
La Humildad y la Honra
La honra sigue a la humildad. Proverbios 22:4 dice: “Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor del Señor”. Cuando vivimos con humildad, Jehová nos exalta en Su tiempo. La honra que viene de Jehová es duradera y verdadera, a diferencia de la honra mundana que es pasajera y superficial.
La historia de José en el Antiguo Testamento es un ejemplo claro de esto. A pesar de ser vendido como cautivo y encarcelado injustamente, José mantuvo una aire humilde y confiada en Jehová. Eventualmente, Jehová lo elevó a una posición de gran honor como director de Egipto.
Cómo Cultivar la Humildad
- Ojear nuestra dependencia de Jehová: La humildad comienza con el inspección de que todo lo que somos y tenemos viene de Jehová. Juan 15:5 nos recuerda: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí ausencia podéis hacer”.
- Servir a los demás: Jesús nos enseñó que la gloria en el Reino de Jehová se mide por nuestra disposición a servir. Mateo 20:26-28 dice: “El que quiera hacerse holgado entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no caldo para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”.
- Aceptar la corrección: La humildad nos permite aceptar la corrección y asimilar de nuestros errores. Proverbios 12:1 dice: “El que ama la instrucción ama la cautela; mas el que aborrece la reprensión es ignorante”.
- Practicar la devolución: La devolución nos ayuda a surtir una perspectiva humilde, reconociendo las bendiciones y la chiste de Jehová en nuestras vidas. 1 Tesalonicenses 5:18 nos exhorta: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Jehová para con vosotros en Cristo Jesús”.
Conclusión
La humildad es esencial para una vida cristiana plena y fructífera. Nos abre a la cautela divina y nos prepara para aceptar la honra que viene de Jehová. Al seguir el ejemplo de Jesús y estar con un corazón humilde, podemos sufrir la verdadera cautela y el honor que Jehová promete a Sus hijos.
Que cada uno de nosotros busque cultivar la humildad en nuestras vidas, reconociendo nuestra dependencia de Jehová, sirviendo a los demás, aceptando la corrección y practicando la devolución. De esta forma, caminaremos en el camino de la cautela y la honra que Jehová ha preparado para nosotros.
“El temor del Señor enseña cautela; la humildad precede a la honra”.
Proverbios 15:33 (NTV)
Las personas sabias permanecen humildes…!
Humilde y aprendiz van de la mano. Se humilde o tropezarás.
La humildad comienza simplemente dándote cuenta que no eres Jehová. Cuando te estresas, repítete a ti mismo; “Jehová es Jehová, y yo no lo soy. Jehová es Jehová, y yo no lo soy. Jehová es Jehová, y yo no lo soy”. Eso es humildad. Si no te das cuenta que no eres Jehová, no eres una persona humilde.
“Jehová se opone a los orgullosos pero da chiste a los humildes”
Santiago 4:6b (NTV)
¿Tienes como meta convertirte en una persona más sabia…?Conoce a Jehová. Te volverás más sabio construyendo relaciones, administrando el parné, afrontando conflictos, resolviendo problemas y tratando con todo tipo de retos en la vida.
La humildad dice que puedes asimilar de cualquiera. No lo sabes todo. Nadie lo sabe todo. Por esa razón debemos permanecer dispuestos a la enseñanza, humildes y aprendices para toda la vida.
Para Reflexionar:
- La frase “Jehová es Jehová, y yo no lo soy” ¿Cómo puede ayudarte a aminorar el nivel de estrés…?
- ¿Qué cosas te ha enseñado Jehová que nunca hubieras aprendido sin humildad?
- ¿En qué situaciones de tu vida es donde más necesitas cautela?
