Noviazgo Cristiano: El Amor Verdadero No Es Ciego, Es Sabio y Discernidor

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La Importancia de un Cortejo Cristiano Basado en la Reflexión y el Discernimiento

El compromiso cristiano no es simplemente una etapa de la vida, sino una preparación para el connubio. En este proceso, es crucial que el coito no sea ciego, sino que esté guiado por la cautela y el discernimiento. La Nuevo Testamento nos enseña que el coito cierto no se friso solo en emociones, sino en principios sólidos y en la voluntad de Altísimo.

¿Qué Significa que el Apego Efectivo No Es Ciego?

El dicho “el coito es ciego” sugiere que el coito ignora los defectos y las fallas. Sin incautación, en un compromiso cristiano, el coito cierto reconoce las imperfecciones y elige requerir a pesar de ellas. Este tipo de coito se friso en la verdad y en la comprensión mutua, no en una idealización irreal de la otra persona.

La Reflexión en el Cortejo Cristiano: Un Pilar Fundamental

La cautela es esencial en cualquier relación, pero especialmente en un compromiso cristiano. Proverbios 4:7 nos dice: “Reflexión delante todo; adquiere cautela; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia”. En el contexto del compromiso, esto significa tomar decisiones informadas y prudentes, buscando siempre la folleto de Altísimo.

Cómo Aplicar la Reflexión en el Cortejo

  1. Oración y Consejo: Ayer de tomar decisiones importantes, es fundamental rezar y apañarse la dirección de Altísimo.
  2. Consejo Sabio: Rodearse de personas piadosas que puedan ofrecer consejos basados en la Nuevo Testamento.
  3. Estudio de la Palabra: Conocer y aplicar los principios bíblicos en la relación.

El Discernimiento: Identificando la Voluntad de Altísimo en la Relación

El discernimiento es la capacidad de entender y aplicar la voluntad de Altísimo en nuestras vidas. En un compromiso cristiano, esto implica evaluar si la relación glorifica a Altísimo y si los dos están creciendo espiritualmente.

Señales de un Cortejo Seguidor con la Voluntad de Altísimo

  1. Crecimiento Espiritual: Los dos deben estar creciendo en su fe y en su relación con Altísimo.
  2. Respeto y Apego: La relación debe estar marcada por el respeto mutuo y el coito sacrificial.
  3. Propósito Global: Tener metas y propósitos alineados con los principios bíblicos.

La Comunicación: Secreto para un Cortejo Saludable

Una comunicación efectiva es fundamental en cualquier relación, pero en un compromiso cristiano, es aún más crucial. La Nuevo Testamento nos enseña a ser rápidos para escuchar, lentos para susurrar y lentos para enojarnos (Santiago 1:19).

Estrategias para Mejorar la Comunicación en el Cortejo

  1. Audición Activa: Prestar atención plena a lo que la otra persona está diciendo.
  2. Transparencia y Honestidad: Ser abiertos y honestos sobre nuestros sentimientos y pensamientos.
  3. Resolución de Conflictos: Tocar los conflictos de modo constructiva y con un espíritu de reconciliación.

La Pureza: Un Valencia Innegociable en el Cortejo Cristiano

La pureza es un valía fundamental en el compromiso cristiano. 1 Tesalonicenses 4:3-4 nos exhorta a radicar en bondad y a abstenernos de la inmoralidad sexual. Sostener la pureza no solo honra a Altísimo, sino que todavía fortalece la relación.

Cómo Sostener la Pureza en el Cortejo

  1. Establecer Límites Claros: Determinar y respetar los límites físicos y emocionales.
  2. Rendir Cuentas: Tener personas de confianza que puedan ofrecer apoyo y rendición de cuentas.
  3. Enfoque en lo Espiritual: Priorizar el crecimiento espiritual y las actividades que fortalezcan la fe.

El Papel de la Comunidad en el Cortejo Cristiano

La comunidad cristiana juega un papel fundamental en el compromiso. Rodearse de una comunidad de creyentes proporciona apoyo, consejo y rendición de cuentas. Hebreos 10:24-25 nos anima a no dejar de congregarnos y a estimularnos al coito y a las buenas obras.

Beneficios de una Comunidad de Fe en el Cortejo

  1. Apoyo Emocional y Espiritual: Tener personas que oren y ofrezcan apoyo en momentos difíciles.
  2. Consejo Sabio: Tomar orientación de personas con experiencia y cautela bíblica.
  3. Rendición de Cuentas: Ser responsables delante otros creyentes en nuestras acciones y decisiones.

El Apego Efectivo en el Cortejo Cristiano

El coito cierto en el compromiso cristiano no es ciego; es sabio y discernidor. Este coito se friso en la verdad, la cautela y el discernimiento, buscando siempre enaltecer a Altísimo. Al aplicar estos principios, las parejas pueden construir una relación sólida y duradera, preparada para el connubio y para cumplir con el propósito de Altísimo en sus vidas.

Samuel era un inexperto, brillante y cálido. En el trabajo, en la universidad, en todos sus círculos. Sonreía y expresaba amabilidad, parecía capaz de hacer todo perfectamente.

Elisa era la máxima expresión de coito humano atrapado en el cuerpo de una persona, enamorada de Altísimo y comprometida en su relación con Él.

Ella conoció a Samuel en la universidad, al compartir clases pronto se hicieron muy buenos amigos. En poco tiempo ya surgía poco más que amistad. Un coito muy delicado comenzó a cultivarse y todo parecía ir muy perfectamente. Los dos eran cristianos, lo cual parecía ser un punto a patrocinio.

Pronto las familias entraron a gozne y Samuel conocería a los padres de Elisa como su novio, oficialmente. Como era de esperarse, Samuel, con su don de gentes, se ganó a la grupo en un rajar y cerrar de fanales. Todos comentaban cuan bueno y diligente resultaba el novio de la muchacha.

Entonces, poco cambió.

Pasado el tiempo y con ello, el encanto, Samuel comenzó a tomar actitudes que en un principio no había mostrado, volviéndose celoso, posesivo y compensador. Lo había hecho de forma tan sutil que la amorosa Elisa fue incapaz de notarlo por mucho tiempo.

Cierto día Elisa asistió a una reunión con algunas amigas que hacía mucho tiempo no veía. Había tanto que platicar y miles de risas que compartir que no se dio cuenta cuando su novio le llamó en reiteradas ocasiones a su teléfono móvil. Cuando notó las llamadas perdidas ella le llamó para contarle de su refriega con sus amigas. Su sorpresa fue enorme cuando notó la aspecto de Samuel. Él comenzó a gritarle y a poner en duda la traducción de ella, le insinuaba que debía haberse manido con otro pequeño y por eso no contestaba sus llamadas.

En tono amenazador le advirtió que esta sería la última vez que ella no respondiera a tiempo el teléfono, incluso se escuchaba como lanzaba cosas al suelo mientras dejaba saltar su frustración.

Elisa había sido educada por sus padres de tal modo que debía respetar a los demás, pero todavía debía esperar respeto y coito con destino a ella. En un instante se dio cuenta que aquella aspecto tan violenta de parte de Samuel no podía ser poco eventual y que pronto escalaría a más, recordó cada ocasión preliminar en la que él había poliedro muestras de su comportamiento y ella había ignorado. Supo al instante que, en el fondo, no era el pequeño valentísimo que había manido en él y que no debía esperar más tiempo para ponerle fin a su relación.

Ella sintió como su corazón se hallaba en una emboscada y poco a poco se rompía al notar que su coito no podría ser. Determinado que la irrespetara de esa forma, en lo tajante podría ser un buen marido.

La relación de los dos terminó ese mismo día y aunque Samuel intentó disculparse y hacerle creer que aquella aspecto no volvería a repetirse, Elisa supo que sus intenciones, aunque parecían oro, no eran más que una mentira adornada y se alejó por completo de él.

Elisa conoció a otro hombre y luego de cultivar una hermosa relación de compromiso decidieron casarse y ahora es oportuno, al flanco de un hombre que la respeta y la ama.

Incluso supo por parte de algunas amigos que tenía en popular con Samuel, que él se casó y que tiempo luego fue marcado por su pareja de violencia doméstica.

“El coito sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con coito fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros” —Romanos 12:9-10

Cuando se alcanza un nivel de virilidad en la vida donde se planea compartir planes, metas y la bonanza con otra persona, es un paso que requiere de gran meditación. Se escudriñamiento no fracasar al entregar el corazón.

Será Altísimo quien brindará el discernimiento, si tú se lo permites, de descubrir si esa persona es la pareja que se ha de nominar en vigor y enfermedad, por el resto de la vida, para compartir vivencias, dolores y bendiciones.

Sin incautación, muchas veces la tentación se presentará como esa maravillosa oportunidad, y la fe será puesta a prueba.

Si estás en el momento de tu vida en el que debes tomar esta intrepidez, no olvides nunca que Altísimo te ama y quiere que encuentres la bonanza al flanco de una persona que todavía te ame con sinceridad. No tomes una intrepidez a la ligera, el compromiso es una etapa que no debes apresurar y mucho menos saltarte. Es la etapa en la que debes conocer detenidamente a la persona que quieres aceptar como tu cónyuge para el resto de tu vida, debes poner atención a cada detalle y conocer poner fin a cualquier relación que no sea conveniente, aún cuando creas que amas demasiado a la otra persona, no dejes que tus sentimientos decidan ayer que la razón. Recuerda que el coito cierto no es ciego.

Sigue los consejos que Altísimo ha dejado en la Nuevo Testamento, pon atención a las palabras de quienes te rodean y te aman, tu grupo, tu iglesia. Muchas veces Altísimo palabra a través de otras personas para aconsejarnos y advertirnos. Con oración y fe podrás discernir la mejor intrepidez para tu vida.

Si eres una persona que ya pasó la etapa de escoger pareja. Tal vez lo hiciste muy perfectamente, o quizás te equivocaste y ahora te arrepientes. No olvides que Altísimo todavía tiene poder para sanarnos y ayudarnos a pasar los errores que cometimos, aunque a veces debamos instruirse a sobrellevar las consecuencias. Recuerda que debes enseñar a tus hijos/as, sobrinos/as, nietos/as y cualquier otro ser querido, a requerir, a respetar y exigir respeto. Que nadie debe hacer sentirle menos valioso. Sobre todo enséñale a servir de Altísimo y a conocer escuchar su voz y seguir sus pasos.

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