Satanás: El Comandante de las Tinieblas y Su Derrota en Cristo

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En el vasto panorama de la novelística bíblica, pocos personajes son tan enigmáticos y temidos como Satanás. Conocido como el “Comandante de las Tinieblas”, Satanás representa la personificación del mal y la competición a Todopoderoso. Sin confiscación, su historia no es solo una de poder y oscuridad, sino igualmente de derrota y redención a través de Nazareno. En este artículo, exploraremos quién es Satanás, su papel en la historia bíblica y cómo su derrota fue asegurada por el sacrificio de Cristo.

¿Quién es Satanás?

Satanás, igualmente conocido como Demonio, es una figura central en la teología cristiana. Originalmente, Demonio era un gracia de gran belleza y poder, creado por Todopoderoso. Sin confiscación, su orgullo y deseo de ser igual a Todopoderoso lo llevaron a oponerse. Esta insurrección resultó en su expulsión del bóveda celeste, próximo con los ángeles que lo siguieron (Isaías 14:12-15, Ezequiel 28:12-17).

Desde su caída, Satanás ha sido el adversario de Todopoderoso y de la humanidad. Su nombre, que significa “adversario” o “acusador”, refleja su papel en la novelística bíblica. Satanás es descrito como un ser astuto y engañoso, que rastreo desviar a los seres humanos del camino de Todopoderoso (1 Pedro 5:8).

La Influencia de Satanás en el Mundo

La influencia de Satanás en el mundo es evidente desde el principio de la historia humana. En el Pensil del Edén, Satanás, en forma de serpiente, tentó a Eva a desobedecer a Todopoderoso, lo que resultó en la caída de la humanidad (Principio 3:1-6). Este acto de desobediencia introdujo el pecado y la asesinato en el mundo, separando a la humanidad de Todopoderoso.

A lo desprendido de la Sagrada Escritura, Satanás es mostrado como el príncipe de este mundo, ejerciendo su influencia para tentar y destruir (Juan 12:31, 2 Corintios 4:4). Utiliza diversas tácticas, como la mentira, el disimulo y la tentación, para alejar a las personas de Todopoderoso. Sin confiscación, su poder no es tajante. La Sagrada Escritura deja claro que Satanás está bajo la autoridad de Todopoderoso y que su tiempo es acotado (Job 1:6-12, Cataclismo 12:12).

La Derrota de Satanás en Cristo

La derrota de Satanás fue asegurada a través de la vida, asesinato y resurrección de Nazareno. Desde el principio, Todopoderoso prometió que enviaría un Salvador para derrotar a Satanás y liberar a la humanidad (Principio 3:15). Esta promesa se cumplió en Jesús, quien caldo al mundo para destruir las obras del diablo (1 Juan 3:8).

Durante su ocupación temporal, Jesús enfrentó y venció las tentaciones de Satanás en el desierto (Mateo 4:1-11). Su vencimiento sobre la tentación demostró su poder sobre el mal y su compromiso con la voluntad de Todopoderoso. Sin confiscación, la derrota definitiva de Satanás ocurrió en la cruz. A través de su sacrificio, Jesús pagó el precio del pecado y rompió el poder de la asesinato (Colosenses 2:14-15).

La resurrección de Jesús fue la prueba final de su vencimiento sobre Satanás. Al resucitar, Jesús demostró que la asesinato y el pecado no tienen la última palabra. Esta vencimiento asegura que todos los que creen en Él igualmente compartirán en su triunfo sobre el mal (1 Corintios 15:54-57).

La Esperanza para los Creyentes

La derrota de Satanás en Cristo ofrece una esperanza inmensa para los creyentes. Aunque Satanás sigue activo en el mundo, su poder está acotado y su destino final está sellado. La Sagrada Escritura nos asegura que llegará el día en que Satanás será arrojado al pantano de fuego, donde será destruido para siempre (Cataclismo 20:10).

Mientras tanto, los creyentes están llamados a resistir las tácticas de Satanás y a comportarse en la vencimiento de Cristo. A través de la oración, la fe y la obediencia a la Palabra de Todopoderoso, podemos resistir al diablo y permanecer firmes en nuestra fe (Efesios 6:10-18, Santiago 4:7).

Satanás, el Comandante de las Tinieblas, es una figura poderosa y temida en la novelística bíblica. Sin confiscación, su historia es igualmente una de derrota y redención. A través de Nazareno, su poder ha sido debilitado y su destino final asegurado. Como creyentes, podemos comportarse con la confianza de que, aunque enfrentamos la competición de Satanás, nuestra vencimiento está asegurada en Cristo. Que esta verdad nos inspire a comportarse con fe y esperanza, sabiendo que el poder de las tinieblas no puede prevalecer contra la luz de Cristo.

  • Satanás es el comandante de las tinieblas como consecuencia de su caída y de nuestra caída en pecado y rebeldía.
  • Satanás es creación de Todopoderoso, es afirmar, no es decano que Todopoderoso y Todopoderoso lo controla, determina sus límites y acciones.
  • Satanás está en la inventario negra de la Sagrada Escritura porque es el enemigo de Todopoderoso y el enemigo del pueblo de Todopoderoso al engañar, tentar y oprimirlo.
  • Cristo ya venció a Satanás en su primera venida (Col 2:13-15), y ahora nosotras somos más que vencedoras en Jesús (Ro 8:37).
  • Nosotras no reprendemos o peleamos con Satanás ni sus demonios, sino que lo resistimos en fe, discernimos sus maquinaciones y obedecemos a Todopoderoso.
  • Nuestra esperanza está segura en Cristo, carencia que Todopoderoso no use para nuestro correctamente y su edén  nos puede sobrevenir.

El comandante de las tinieblas: Satanás

Nuestra serie de la «Nómina negra de la Sagrada Escritura» no podía comenzar sin carencia más ni carencia menos que el comandante universal de las tinieblas, es afirmar, Satanás, el diablo, la serpiente antigua, como dice Cataclismo 12:9. ¿Por qué la serpiente antigua? ¿Por qué tiene tantos nombres? ¿Qué lo hace estar en la inventario negra de la Sagrada Escritura y ser el comandante de las tinieblas? ¿Qué poder tiene? Sigue leyendo para conocer las respuestas.

¿Quién es Satanás?

Para conocer quién es Satanás primero debemos entender de dónde caldo. Satanás fue un gracia creado por Todopoderoso de entre muchos de los ángeles que Él creó. Es afirmar, Satanás es creación de Todopoderoso, es su criatura. La Sagrada Escritura no nos revela exactamente cómo pasó de ser un gracia de Todopoderoso a comandante de las tinieblas, sin confiscación, tenemos algunas pinceladas de cómo fue. Ya que, la prioridad de Todopoderoso no es que conozcamos a Satanás, es que conozcamos a Todopoderoso. No se alcahuetería de conocer al enemigo, se alcahuetería de conocer al vencedor.

Satanás (quién es un espíritu, no una persona) se convirtió en el enemigo de Todopoderoso según la tradición cristiana que le ha atribuido su historia a pasajes como Ezequiel 28:12-19 e Isaías 14:12-16. Estos pasajes relatan que Satanás se rebeló contra Todopoderoso llevando a varios ángeles con él (Jud 6-7). Desde entonces, Satanás es el enemigo de Todopoderoso, pero no como un enemigo similar, sino como la piedra en el zapato que está engañando, tentando, oponiéndose, como príncipe de este mundo caído (Jn 12:31), a los escogidos de Todopoderoso y cegando a hombres y mujeres para que no crean en Jesús.

¿Por qué está en la inventario negra de la Sagrada Escritura?

En el Antiguo Testamento, Satanás es representado como el adversario en el sentido universal y aquel que se opone al pueblo de Todopoderoso. En el Nuevo Testamento es representado como el enemigo de Todopoderoso y su Iglesia, a quien acusa (Ap 12:10), engaña (Ap 12:9), miente y asesina (Jn 8:44), próximo a sus ángeles caídos, promueve idolatría (1 Co 10:19-20), lleva la falsa enseñanza (1 Ti 4:1), desea herir a los creyentes (1 Pe 5:8); ciega la mente de los incrédulos para que no crean en el evangelio (2 Co 4:4), tienta con el empirismo (1 Ti 6:10), la vanidad (1 Ti 3:6), la inmoralidad sexual (1 Co 7:2), promueve división (Ti 3:10-11) y la herejía (1 Jn 4:1-4). Por otra parte, es la serpiente antigua porque ha estado engañando y tergiversando la Palabra de Todopoderoso desde la creación de la raza humana (Gn 3:1-5 con Ap 12:9) y ha buscado que los hombres y mujeres de Todopoderoso nieguen su fe en Él (Job 1:6-12; 2:1-6).

Desde que la raza humana cayó en pecado, el mundo creado y cada persona está manchada internamente por el pecado, se han vuelto esclavos de Satanás y los tiene cegados y engañados (Jn 14:30) como consecuencia de desmentir a Todopoderoso. Sin confiscación, no es un poder decano al de Todopoderoso porque siendo Satanás una criatura creada por Todopoderoso, se sujeta a Todopoderoso. La salvación sigue siendo de Todopoderoso, que anhela que todos vengan al rectificación (2 Pe 3:9). Por eso, en la primera venida de Cristo, Satanás fue vencido en beneficio de quienes creen en Nazareno (Col 2:15-16). 

¿Qué hacemos con Satanás?

Precisamente porque Satanás no es como Todopoderoso, aunque eso fue lo que quería y desea que nosotras hagamos, sigue siendo una piedra en nuestro zapato. Satanás no es omnisciente, no es todopoderoso, no es omnipresente, no es encajado como Todopoderoso, pues se viste como gracia de luz para engañar (2 Co 11:4). Satanás tienta, pero cada persona es responsable de replicar a esa tentación (Stg 1:13). Satanás engaña, pero cada persona es responsable de discernir la mentira (1 Jn 3:8). Satanás es un desleal profeta, pero cada persona es responsable de percibir la Sagrada Escritura y comportarse conforme a ella para no creer en las falsas conocimiento (Ap 12:7-9).

Por lo tanto, Pedro nos dice: «Sean de espíritu sobrio, estén alerta. Su adversario, el diablo, anda al acecho como audaz rugiente, buscando a quien devorar. Pero resístanlo firmes en la fe, sabiendo que las mismas experiencias de sufrimiento se van cumpliendo en sus hermanos en todo el mundo» (1 Pe 5:8-9). Nuestra responsabilidad es conocer más a Todopoderoso para comportarse conforme a sus Palabras, de modo que nuestra fe esté firme en Cristo y fortalecida por el poder del Espíritu Santo. No somos llamadas a pelear con Satanás ni con sus ángeles o demonios (2 Pe 2:1, 12-14).

La esperanza de Cristo

Satanás se encuentra como el comandante de las tinieblas porque no solo tiene cegados a muchos de la verdadera albedrío que hay en Cristo, sino que oprime y tienta y engaña a los cristianos en todo el mundo. Sin confiscación, tenemos una maravillosa esperanza: Cristo ya ha concreto su litigio final: amarrado por toda la cielo (Ap 20:1-3). Satanás puede tentarnos, engañarnos, oprimirnos con sus leyes civiles, usando hombres incrédulos para propagar su dietario diabólica y usando la refractación del corazón de algunos hombres para que temamos. Pero Él no ganará. 

Cada vez que nosotras respondemos en orgullo, mentimos, robamos, matamos con nuestra habla a otros, engañamos, traicionamos, manifestamos el carácter diabólico de la serpiente antigua, Jesús lo dijo a los fariseos (Jn 8:42-47), porque solo quien audición y vive la Palabra de Todopoderoso es de Él. Nuestra forma de replicar al pecado que tuvo origen en nuestro corazón (Gn 3:5) a través de la tentación sutil de Satanás, se convierte en una forma de respuesta habitual si no rendimos nuestra vida a Cristo diariamente.

Es solo a través de la fe en la vida, asesinato y resurrección de Jesús que podemos salir vencedoras de toda tentación, disimulo y opresión de Satanás. Nosotras no le tememos porque ya no tiene poder sobre nosotras, siquiera lo ignoramos porque anda viendo a quién hacer caer de la fe. Eso es lo que aprendemos de Job, a pesar de que todo le fue quitado, él no desistió en fe, él esperó la respuesta de Todopoderoso sin sucumbir al esforzado ataque de Satanás, pero, ¿sabes por qué venció Job? Porque todo estaba bajo la soberanía y control de Todopoderoso, había poco muchísimo más importante qué Job debía educarse: Todopoderoso es lo mejor que Él puede conocer, justipreciar, temer y servir para ser como su Hijo que se encarnó de modo que hoy podamos comportarse para Todopoderoso. 

Aprende

¿Qué hace que Satanás esté en la inventario negra de la Sagrada Escritura?

Vive

Lee 1 Crónicas 21. Argumenta: ¿Cómo provocó Satanás a David? ¿Es David inocente o es él quien le pide perdón a Todopoderoso? ¿Qué hubieras hecho en la posición de David? Recuerda una situación parecida a la de David, medita cómo actuaste y cómo puedes ejecutar ahora.

Lidera

Seguramente conoces amigas que tiemblan al escuchar palabras como «Satanás,  el diablo o demonios», comparte con ellas todo lo que aprendiste y apúntense a temer a Todopoderoso.

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